Me sentí sorprendido y muy honrado cuando Miguel Lawner me pidió que participara en el lanzamiento de un libro suyo, pues tengo una gran admiración por su persona, por sus convicciones y por su obra en toda su diversidad. Pero fue mayor mi asombro cuando me di cuenta de qué libro se trataba; esta reedición de un volumen publicado por primera vez en 1976 en Dinamarca, en medio de la dictadura chilena y del exilio de miles de compatriotas, y que aparecía como una pieza clave de evidencia documental sobre los horrores que se intentaba ocultar. Que ese libro vuelva a circular hoy, cuarenta años más tarde, habla de su importancia y de la voluntad y del legado de su autor.

He sabido de Miguel Lawner desde hace muchos años, como actor y testigo de la historia reciente de un Chile donde la disciplina de la arquitectura y el urbanismo debían estar puestos al servicio de la sociedad, y por lo tanto estaban naturalmente definidos por ideales políticos; pero fue recién en 2013 que pude conocer a Miguel y darme cuenta de su lucidez, humor y energía vital, además de su permanente compromiso gremial (a través del Colegio de Arquitectos que yo presidía en esa época) y sus valientes aportes al trabajo del incipiente Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, donde coincidimos. Desde entonces, Miguel ha sido para mí una voz siempre presente a través de sus reflexiones y propuestas difundidas entre sus colegas y amigos, siempre sobre las urgencias, las contingencias, los conflictos urbanos, las oportunidades y especialmente la preservación de la dignidad y la memoria.

Por esa misma época Miguel Lawner lanzó su extraordinaria autobiografía Memorias de un Arquitecto Obstinado, editada por Pablo Fuentes de la Universidad del Bío-Bío, en un acto que tuvo lugar en una de las salas del centro cultural GAM, repleta de público. Ese es un libro que debemos conocer para comprender la figura de Lawner y la importancia de este otro libro. En las Memorias, junto con reflexiones políticas, filosóficas y disciplinares, Miguel repasa su época de estudiante, sus maestros, la creación de la Revista AUCA, los años de la CORMU hasta el golpe de Estado, la prisión, el exilio con sus complejidades, el retorno y el desafío interminable de construir una sociedad mejor, encarnado hasta hoy en una práctica profesional muchas veces vinculada a la defensa de la Historia. Ese libro da cuenta del dibujo como una herramienta de expresión para Miguel, y por lo tanto es un antecedente importante para este otro libro.

Sobre La Vida a Pesar de Todo, sabemos que es una colección de dibujos hechos por Miguel Lawner desde su llegada al campo de concentración en la Isla Dawson en 1973, luego en la Academia de Guerra de la Aviación, luego en Ritoque y luego en Tres Álamos. Los dibujos lograron salir de Chile hacia Europa en 1975, junto con el exilio de Miguel y su familia. Miguel agregó una nueva serie de dibujos recogiendo los valiosos testimonios de otras personas (como el de la médico inglesa Sheilla Cassidy, que por entonces publicaba su autobiografía Audacity to Believe, revelando al mundo los horrores de la dictadura chilena). Los dibujos fueron expuestos, valorados por su importancia y significación y luego publicados en 1976. Estos dibujos sirvieron, entre otras cosas, para encarar a los representantes de las FFAA en la así llamada “mesa de diálogo” de 2001. Al respecto, encomiendo la lectura de la notable introducción de Hernán Soto en este libro.

Yo veo en este extraordinario documento varias lecturas de la obra y del hombre, que en este caso, y a diferencia de otras obras de arte (que así habremos de llamar a un libro de dibujos), son naturalmente indisolubles. Las lecturas que yo hago son testimoniales. En primer lugar, está el testimonio de la urgencia, una urgencia que radica en la génesis de cada uno de estos dibujos; la urgencia de documentar, de registrar, de dejar establecida la verdad frente a la adversidad. Veo después un testimonio histórico, mirado con la serena perspectiva del tiempo; testimonio trascendental, pues documenta un tramo de nuestra historia, que es también la historia del mundo, la historia del Hombre, y como tal aporta información para comprender, dialogar, argumentar, reconstruir, reclamar una justicia universal. Veo, al mismo tiempo, un testimonio artístico; el inmenso poder del intelecto entreverado con las emociones, convertido en instrumento de expresión a la vista del mundo, para comunicar y convencer.

Este libro, La Vida a Pesar de Todo, es un álbum de croquis con la mano inconfundible de un arquitecto, que registra y reproduce imágenes que provienen del espanto, el dolor y la desesperanza; pero que al mismo tiempo, por estar dibujadas, y por ser el dibujo un acto de amor infinito por la vida, están llenas de esperanza.