04/03/2014

Casas para todos/

Gente sin casas, casas sin gente [documental]

David Prieto Serrano

Blog | reseñas

Resumen

FICHA TÉCNICA

Casas para todos (2012, 52')
Concepto: Anna Ginestí Rosell, Gereon Wetzel
Dirección, realización y montaje: Gereon Wetzel
Sonido: Raúl Fernández San Miguel
Postproducción de imagen: Fabian Spang
Diseño de sonido: Jörg Elsner Postproducción de sonido: Michael Hinreiner Música: Josef Mayerhofer
Investigación: Teresa Calveras, Raúl Fernández San Miguel, Anna Ginestí Rosell
Director de producción: Raúl Fernández San Miguel
Ayudante de producción: Johannes Schubert Productor: Ingo Fliess
Producido por: If… Productions. Coproducción: ZDF/3sat
País y año de producción: Alemania, España, 2012

Irremediablemente, en España, la crisis esta en boca de todos. No somos pocos a quienes la coyuntura nos atraviesa, nos atraganta y nos consume. Heridos por la traición de una casta política corrupta, prácticamente indemne, y por las aventuras de una élite de especuladores financieros. Aparentemente condenados a la indignación permanente, la búsqueda de respuestas parece un ejercicio necesario de salud mental. Casas Para Todos resulta un interesante intento de presentar cinematográficamente el origen de esta crisis, con la explosión de la desproporcionada burbuja inmobiliaria. Lo hace a través de un recorrido visual por algunas de sus más representativas ruinas superpuestas con algunos patéticamente sarcásticos discursos previos al estallido. Como preámbulo, el famoso disparate del presidente José María Aznar en otoño de 2003; “Dice usted que la vivienda en España es inasequible para un porcentaje muy alto de la población. Pues le quiero decir que vamos a construir el año que viene 650.000 nuevas viviendas en España, más que Francia y que Alemania juntas”.

La Ciudad de Valdeluz, en la provincia de Guadalajara, un asentamiento en mitad de la nada que se proponía como una ciudad dormitorio capaz de aunar lo mejor del campo y lo mejor la ciudad; «el equilibrio entre naturaleza y urbanismo es total». En Julio de 2006 se entregaron las primeras viviendas. El Plan Urbanístico anticipaba 30.000 vecinos; lejos de las previsiones, en 2012 apenas superaba los 1.700 habitantes. En Seseña (Toledo) el Residencial Francisco Hernando, gigantesca promoción de 5.096 viviendas a 40 kilómetros de Madrid, prácticamente vacía y embargada por los bancos. El banco Santander llega a vender las viviendas por € 65.000 en 2012, alrededor de un 65% menos de su valor en el cenit de la burbuja. En la película se observa como el bloque entero, a estos precios, se vende en un fin de semana, aún cuando la falta de servicios urbanos básicos y de comunicación con la capital son evidentes. Su promotor, conocido como ‘El Pocero’ aseguraba en 2008, al comienzo de la crisis, que “en tres meses se quita el paro en mi país ¿cómo? Liberando el suelo mañana, eso es lo que tienen que hacer”. El superproyecto Polaris World, en la Comunidad de Murcia -pensado como un lujoso resort de segundas residencias rodeadas de campos de golf que compondrían un tranquilo vergel-, se presenta en la actualidad como un semidesierto altamente degradado, en buena parte colonizado por pueblos fantasma. Marina d’Or Golf, en Castellón, una ridícula “ciudad de vacaciones” de lujo que pretendía simular, como un enorme muestrario, un conjunto de grandes éxitos del circuito turístico internacional (desde un pequeño París, una Venecia con sus falsos canales y góndolas, parques acuáticos o pistas artificiales de esquí a pie de costa). Un monumento de la fake architecture paralizado por sus evidentes irregularidades urbanísticas. También retrata el Aeropuerto de Castellón, una costosa infraestructura que nunca llega a recibir tráfico aéreo. El entonces presidente de la Diputación manifiesta el delirio en una épica frase; “Dicen que estamos locos por inaugurar un aeropuerto sin aviones. No han entendido nada, nada del acto de hoy como tampoco entendieron en su momento la decisión de construir este aeropuerto. Este es un aeropuerto para las personas; este es un aeropuerto por y para Castellón”.

Casas Para Todos se demuestra como un fiel retrato de la experiencia estética fantasmagórica de una crisis que, como señala Labrador Méndez (2014), se relaciona en gran medida con los símbolos de abundancia y riqueza del anterior periodo expansivo ahora convertidos en enigmáticas ruinas pendientes de estrenarse: “entidades físicas, espacios, cosas, que se habían usado para expresar relaciones de valor, ilimitados sueños de progreso, marcas de la presencia de flujos del capital global en este país, ahora, cuando ya no valen nada, allí siguen. Desprovistas de valor de cambio y repletas de valor de uso”. Estas inquietantes ruinas, testigos mudas del despilfarro de territorio en la fase alcista del ciclo inmobiliario, se presentan en la película apropiadas por unas cuantos personajes misteriosos y situaciones absurdas. Un guardia de seguridad toma el sol y esculpe su cuerpo levantando mancuernas junto a una piscina vacía mientras vigila una urbanización fantasma. En otra, las ovejas pastan entre las edificaciones a medio construir. Otros hombres juegan a la guerra en una urbanización abandonada. En la avenida desierta de un PAU deshabitado una autoescuela da clases prácticas y enseña como ahorrar combustible. En otra gran avenida unos niños hacen skate mientras se ríen de las casas que a precios cada vez más bajos siguen siendo invendibles.

 

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Gente sin casa, casas sin gente, así subtitula el cartel de la película. Irónicamente, y más allá de que el acceso a la vivienda siguiese resultando un problema endémico para ciertos colectivos (especialmente los jóvenes) incluso en los años del auge, muchas de las personas que si lograron acceder a una vivienda hoy han perdido o están al borde de perder su vivienda, persistiendo el reverso de la especulación inmobiliaria, bajo la forma de viviendas vacías [1]. Si bien no constituye el centro del argumento de la película, si se observan algunas de las precarias reapropiaciones que estas gentes sin casa hacen de esas casas sin gente. Tal como sucede en la Corrala de Vecinas La Utopía, donde un grupo de deshauciados ocupan un inmueble abandonado por años. Es la ocupación de un esqueleto de hormigón, un edificio a medio construir, por parte de personas sin hogar. En una contraimagen se escucha a la ahora alcaldesa de Madrid Ana Botella “Ahora los españoles están en unos puestos más altos. Yo creo que en eso la población inmigrante es fundamental, y nuestro progreso se ha debido también a ellos”. Curiosamente, buena parte de esos ‘nuevos residentes’ son de origen inmigrante.

Sin duda el punto más débil de la película es su mismo final, cerrando con una cita extraída del escritor escocés Charles Mackay, que ciertamente perturba la interpretación de las sugerentes imágenes presentadas a lo largo de la película. El fragmento, perteneciente al prefacio de la obra Extraordinary Popular Delusions and the Madness of the Crowds (1852) dice así:

«Al mirar la historia de las naciones, nos damos cuenta que ellas, al igual que los individuos, tienen sus caprichos y peculiaridades. Allí están sus periodos de excitación e imprudencias, cuando no les importa ni ponderan aquello que hacen. Comunidades completas que repentinamente se obsesionan con algo y van locamente en su búsqueda. Millones de personas que se entusiasman simultáneamente con una farsa, persiguiéndola afanosamente hasta que otro nueva cosa capta su atención, de un modo incluso más cautivante que la vez anterior» [2]

El documental sitúa de lleno en el despertar a una realidad amarga, pero la lectura es demasiado cerrada. Es difícil no estar de acuerdo con la crítica de M. Martí Feixas (2013), quién señala el resultado tan superficial que genera una mirada tan conclusiva a partir de ese texto. No solo resulta simple sino insultante reducir la burbuja inmobiliaria a una enajenación transitoria de la sociedad española dejando de lado las dramáticas condiciones de producción del espacio estrechamente dependiente de los intereses de unas élites que han dominado este proceso. Una lectura que no resulta demasiado alejada del abusado mantra “vivimos por encima de nuestras posibilidades”, poniendo el foco en los “caprichos” de la ciudadanía en lugar de en la especulación institucionalizada.

La película ha sido Documental del Mes de enero dentro de la iniciativa organizada por Parallel40 en más de 40 salas dentro y fuera del estado español. Pude asistir a la proyección en el Matadero de Madrid para comprobar la reacción de un auditorio que oscilaba entre la risa hueca y el descojono. Hay algo de humor negro en las contraimágenes, la desvergüenza de unas declaraciones desinfladas hasta el extremo en unos pocos años, en el absurdo panorama de un territorio despilfarrado en aras de lo que estaba destinado a conformarse como símbolos de abundancia y riqueza. En conclusión, Wetzel nos presenta un agudo retrato de la resaca en la que vive la sociedad española a través de un paseo por alguno de los lugares paradigmáticos del delirio inmobiliario español, que si bien pierde fuerza en la interpretación cerrada que se deriva del último intertítulo, hasta ese momento aporta un excelente material audiovisual para pensar la implosión del modelo de desarrollo español.

 

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Referencias Bibliográficas

Labrador Méndez, Germán (2014) “Todo lo que era aire se disuelve contra lo sólido. Eurocopa 2012, quijotismos y crisis española». Pre-print en Archivo de la Frontera.

Martí Feixas, Miquel (2013) “Casas para Todos” (Reseña). En Blogs&Docs, 24 Jul 2013.

* David Prieto Serrano es licenciado en Sociología (Universidad de Salamanca) y miembro del consejo de redacción de la revista crítica de ciencias sociales Encrucijadas (http://www.encrucijadas.org/). Actualmente está finalizando el máster en Sociología de la Población, el Territorio y las Migraciones de la Universidad Complutense de Madrid.

[1] Existen problemas para obtener datos estadísticos fiables que cuantifiquen ambos problemas. En cuanto al número de ejecuciones hipotecarias, quizá el informe sobre el “Panorama Registral de Impagos Hipotecarios de Vivienda” (2013) elaborado por los Registradores de Propiedad ofrezca algunos de los datos más fiables, contabilizando un total de 6.272 desahucios en la Región Metropolitana de Madrid durante el año 2012. Más allá de su dimensión cuantitativa, el problema se ha convertido en un debate social importante; según el barómetro del CIS de diciembre 2012 se situaban como la octava preocupación para los españoles. Por otro lado, ante la situación de falta de uso de viviendas; según el INE (Censo 2011) se contabilizan en la Comunidad de Madrid un total de 263.279 viviendas vacías (425.301 viviendas, si se le suman las viviendas no ocupadas). Es este un dato no exento de polémica; en los datos referentes a todo el Estado se estimaban a finales de 2012 (Juan Carlos Martínez, El País) una cifra cercana al 20% (aprox. 6 mill. Viviendas) mientras que la cifra finalmente publicada se rebaja al 13,7% (INE, Censo 2011), una diferencia que seguramente se integre en el conjunto de viviendas secundarias (14,6%).

[2] Traducción libre del original. «In reading the history of nations, we find that, like individuals, they have their whims and their peculiarities; their seasons of excitement and recklessness, when they care not what they do. We find that whole communities suddenly fix their minds upon one object, and go mad in its pursuit; that millions of people become simultaneously impressed with one delusion, and run after it, till their attention is caught by some new folly more captivating than the first»