Hace un tiempo sigo una página de facebook que se llama Chicas Bondi, ¿quien es Chicas Bondi? No lo sabemos, si es un hombre o una mujer, si son un grupo de fotógrafos, con un proyecto colectivo, si fotógrafos hombres retratando a mujeres o si son fotógrafas mujeres retratando a mujeres. ¿Qué hacen Chicas Bondi? Eso sí lo sabemos. Sacan fotos de mujeres jóvenes que viajan en los colectivos de la ciudad de Buenos Aires.

En su propuesta dicen que son fotos «sin pose, sin artificios y sin permiso». Las fotos son tomadas tal cual Chicas Bondi ve la escena, y cuando habla de sin permiso, es porque las toma de esa manera: a escondidas, para no alterar el momento. Cuando uno lee la página puede ver los comentarios que Chicas Bondi va realizando cuando sube la foto, con el número de chica y la línea. Después de tomar la foto, les preguntan a ellas si las pueden subir a la red, y es más, muchas de las Chicas retratadas son seguidoras de la página y dan su consentimiento.

Hasta acá no hay nada fuera del otro mundo. Muchos fotógrafos, como Henri Cartier Bresson, Robert Capa y otros, crearon su imagen con la toma del «momento justo» que se asocia con fotografía; el saber ver y hacer click en ese momento. Sin embargo, algunas organizaciones pusieron el grito en las redes sobre el sitio, diciendo que su práctica es una violación a la intimidad de las mujeres, que sólo se fotografían «chicas lindas» y otras tantas cosas más. Pero Chicas Bondi no es el primer proyecto de este tipo, hay otros que hablan de chicos que viajan en los subterráneos de Londres, por ejemplo, y podemos hablar también del caso de Martin Parr. Hace unos años, este fotógrafo inglés recorrió las playas de Argentina, Brasil y Chile, fotografiando a los bañistas de una manera descarnada, con su humor inglés característico en busca de poses en que ellos no quedan muy bien parados. Sus fotos se exhibieron en el Centro Cultural Recoleta, fueron producidas con fines de lucro, y a ninguna organización se le ocurrió salir a decir nada condenándolas.

La doble moral con las que nos manejamos es lo que a veces me hace cuestionar y preguntarme por qué para algunos una foto es una obra de arte y para otros una invasión a la intimidad. En lo personal muchas veces tomé fotografías de personas en situaciones que me remitieron una historia que podía contar con una imagen. Quienes me leen saben de mi trabajo sobre la Violencia de Género, pero en está oportunidad estoy en total desacuerdo con las organizaciones feministas: las fotos no son tomadas en espacios íntimos y no son exhibidas en actos o situaciones que podrían dañar su moral; es más, muchas chicas se buscan en la red para etiquetarse, otras piden que les saquen fotos, y la organización además borra todas aquellas que lo solicitan. Ahora bien, si las mujeres retratadas por Chicas Bond autorizan la publicación, ¿qué es entonces lo que molesta? En lo personal lo único que lamento es que por mi edad quedo afuera del proyecto y a la espera de que alguien arme un proyecto Mujeres Bondi, a ver si por ahí tengo suerte de salir retratada.