Resumen
El fotógrafo y urbanista chileno-estadounidense Camilo José Vergara lleva más de cuarenta años fotografiando ciudades, logrando un cuerpo de trabajo sólido que lo distingue como uno de los creadores más prolíficos y interesantes del género. Reciente receptor de la National Humanities Medal en Estados Unidos, en junio de este año visitó Talca invitado por Bifurcaciones para colaborar como asesor del proyecto "Esto es Talca". En esta conversación, Camilo comparte su metodología de trabajo, destacando la importancia de contar con la colaboración de quienes habitan los barrios e insistiendo en el carácter abierto de cualquier exploración fotográfica centrada en los procesos de transformación urbana.
Equipo Bifurcaciones (Bif): Es muy distinto fotografiar edificios que fotografiar gente. ¿De qué manera abordas en tu trabajo los procesos de cambio o transformación de los lugares, más allá de los edificios o la arquitectura particular que se pueda ir retratando?
Camilo José Vergara (CJV): Lo que uno hace es construir una red, y mientras más densa se hace esa red, más información sale. Si uno comienza tratando de responder las preguntas que uno pueda tener, no resulta, porque no hay un database lo suficientemente rico para darle a uno la oportunidad de contestar esas preguntas con confianza. Después, la confianza en responder esas preguntas es relativa. Tú te das cuenta de que lo que sabes, lo que puedes decir, es insuficiente. Pero te puedes dar cuenta también que nadie tiene una cosa más completa que lo que tú tienes. Esa es la ventaja que tiene. De repente te metes en esto y llega un punto, no sé cuándo, pero llega un punto que hay que tener una cierta confianza en lo que se ha hecho.
Bif: ¿Qué es lo que te llama la atención en los lugares que fotografías? ¿La arquitectura, la posibilidad de cambio de los edificios en el futuro…?
CJV: Todo eso pero también puede tener interés algún tipo de vehículo que está estacionado enfrente, si las personas que viven ahí tienen o no animales, cómo se para la gente que pasa, en qué condiciones está el edificio, cómo representa la arquitectura local. No es simple. Si un tipo de edificio particular te interesa, las peluquerías, por ejemplo, vas y dices “hagamos todas las peluquerías del barrio”, para ver qué es lo que hay, qué tienen de especial las peluquerías del lugar.
Bif: ¿Cómo organizas tus recorridos?
CJV: Depende del lugar. En Los Ángeles, por ejemplo, si tienes un recorrido de 30 millas, no siempre puedes caminar. En Nueva York puedes tomar el subway: te vas, haces unas 10 ó 15 cuadras y después vuelves. Lo haces en la mañana, lo haces en la tarde, depende de dónde está el sol, para evitar que las sombras oscurezcan los detalles. Puedes encontrar algo que te llame la atención al comienzo, o que no te llame la atención la primera vez pero sí la segunda: entonces lo ideal es tomar fotos de todo el bloque y también verlo en Google [Street View], andar por la calle en Google. Así puedes subir, ver de arriba a abajo y decir “bueno, esto es más interesante que aquello, concentrémonos más en esto”.
Bif: ¿Tienes informantes en los barrios?
CJV: Me contacto con la gente. A veces, cuando estás fotografiando, alguien sale de un edificio y puedes preguntarle cosas. O puede ser que tenga alguna pregunta importante y busco alguien que me responda: puede ser un vecino o la gente que vive ahí. Si el edificio es importante o tiene significado histórico, entonces hablo con la gente que trabaja con el patrimonio, historiadores. Hay que seguir la historia y hay muchas en la calle. Algunas te las da el edificio, otras la gente que está ahí o en el negocio de al lado… otras las encuentras cuando te metes en Google y le das la vuelta a la manzana. La fotografía es sólo el comienzo.
Bif: ¿Llevas un registro de tus conversaciones con la gente en los barrios?
CJV: A veces, cuando estoy ahí, inmediatamente después que termina la conversación escribo. Uso mucho el teléfono, también, sobre todo si se trata de lugares comerciales. Conversas con la gente, después los vas a ver. En un par de años puedes tener cientos de informantes, y tienes que revisar la lista: puede ser que tengas muchos verduleros y pocos empresarios, por ejemplo, o muchas casas de funerales y pocos pastores protestantes.
Bif: Por lo general, ¿sales solo o llevas a alguien que te ayude?
CJV: Depende de dónde vas: si el lugar es muy peligroso es mejor ir acompañado, pero andar solo permite estar más concentrado. Las dos tienen ventajas y desventajas.
Bif: A propósito de esto, ¿has tenido problemas con la policía alguna vez?
CJV: No. A veces te preguntan qué estás haciendo pero es porque te quieren ayudar o dar consejos. Otras veces te encuentras que estás trespassing, no tienes permiso y ahí es más complicado.
Bif: ¿Tienes alguna preferencia por fotografía durante la semana o el fin de semana?
CJV: Salir los fines de semana es bueno, el domingo siempre es bueno. Depende también de las preferencias de uno; por ejemplo, para mí es importante el acceso, en qué día es más fácil entrar o que te dejen entrar a los lugares.
Bif: Tu fotografía se centra principalmente en exteriores, ¿no tienes interés en fotografiar los interiores de las casas y edificios?
CJV: Podría ser. No es que no sea interesante sino que se hace mucho más difícil. Por ejemplo, cuando quieres subir a los techos. A veces te hacen esperar, porque quieren ir contigo, o a veces te cobran plata. Puede ser que te interese la decoración del interior o qué pone la gente adentro de las casas. Yo lo hice en las iglesias: le he preguntado a la gente en las iglesias por qué está esto aquí, por qué esto, qué significa aquello. Se puede hacer y la gente te coopera… pero en las casas no lo he hecho tanto, es más difícil.
Bif: También se advierte en tu fotografía una cierta preferencia por los espacios públicos y comerciales, ¿qué importancia le das a los barrios residenciales?
CJV: También me meto ahí pero las preguntas son distintas: cómo lo hacen para evitar el crimen; y las rejas, los perros y los estilos de casa. Pero es igual que en todas partes: empiezas con la calle comercial grande y después te metes por los lados.
Bif: Con tantas fotos que tienes que organizar, ¿cómo lo haces para sistematizar la georreferenciación de cada una?
CJV: Generalmente anoto las calles: «esquina de esta calle con esta calle’”, y si después tienes dudas, te metes en StreetView y haces un recorrido. En Santiago tomé las direcciones, pero ahora las puedo encontrar por el recorrido de las micros; más o menos uno puede encontrar la dirección exacta.
Bif: En general, ¿armas las series en tu cabeza cuando sacas las fotos, o lo haces después, con las fotos ya tomadas?
CJV: La idea de la serie es la historia: transformar un estudio de la ciudad en cientos o miles de historias, y todas esas historias tú las vas a ver y te vas a meter en esa historia, y de todas estas historias vas a sacar una historia grande. Entonces la idea de la serie es que nada termina ahí, ¿cierto? Tú tomas una foto y esa es una foto que tomaste, pero eso no quiere decir que en un año eso va a estar así.
Bif: Pero siempre está la posibilidad de abrir nuevas series…
CJV: Sí, abrir una historia que se puede revelar, pero no necesariamente con esa primera fotografía.
Bif: Camilo, ¿has venido regularmente a Chile en las últimas décadas?
CJV: Me pasé veinte años sin venir. Desde entonces he venido todos los años o cada dos años. Trato de estar aquí por lo menos dos o tres semanas.
Bif: ¿Cuándo fue ese salto de veinte años?
CJV: Del ‘65 al ‘70 vine por un mes, y después no volví hasta el ‘95.
Bif: ¿Tienes fotos de Chile del ‘70?
CJV: Algunas, pero no son tan interesantes. Hice mi carrera afuera, así que Chile me interesa como para hacer un return, para arreglar las cosas en Chile un poco. Pero me doy cuenta que no es posible… mis proyectos toman demasiado tiempo y a mi edad tengo que elegir bien con qué trabajar.
Bif: ¿Cómo fue el Chile que encontraste cuando volviste?
CJV: Tengo un primo en Los Ángeles y los dos tenemos esta idea de que nos robaron Chile. No teníamos ningún derecho a quejarnos porque abandonamos Chile, así que ¿cómo nos van a robar? Pero todos estos cambios… una vez que sales de Santiago empiezas a ver cómo Chile cambia: es el territorio que se veía en los años ‘50, pero un poquito “terremoteado”, eso no existía. Las calles se veían limpias, los edificios sin cracks, sin derrumbar…
Bif: ¿En qué medida es similar o diferente de los barrios que fotografías en Estados Unidos?
CJV: Estados Unidos tiene mucha más visibilidad que Chile, es obvio decirlo; entonces, lo que pasa en Estados Unidos, en esta escala de cosas, es muy distinta. Lo que pasa en Estados Unidos atrae una atención que no la atraen las cosas aquí. Por ejemplo, una documentación del área del Cerro Navia en Santiago, ¿a quién le interesa? ¿quién quiere hacerlo? Pero una documentación de Detroit, con edificios de 60 pisos que se están cayendo, casi abandonados, cuando tú creciste en un país donde el edificio más alto tenía catorce pisos… eso tiene un impacto que es mucho mayor y también tiene eco en todo el mundo. No sólo en Estados Unidos, para la gente local, sino también Londres, Francia, todos los países. Esa es una diferencia grande.
Bif: En tu trabajo se advierte una preocupación constante por los barrios pobres, ¿a qué se debe?
CJV: Eso es historia personal…
Bif: ¿Nunca te interesó complementar tu trabajo con barrios ricos?
CJV: No, porque las áreas pobres cambian mucho más, con mucha más rapidez que de clase media. Eso las hace más importantes.
Bif: Para concluir, ¿cómo logras encontrar los patrones para sistematizar tus “descripciones” de los lugares y los procesos urbanos a través de tu fotografía?
CJV: Tú estás constantemente viendo qué hay, qué historias interesantes tienes aquí. A veces se te quedan en la cabeza, entonces empiezas a ver edificios como eran treinta o cuarenta años atrás, pero que ya no son así: allí hay ahora un terreno baldío, por ejemplo. Así que lo después empiezas a conectar, “esto va junto con esto” y empiezas a poner cosas que encontraste en los diarios o que alguien te contó: ese trabajo también es parte de esto. Y así salen las historias. Pero necesitas esa familiaridad, de ver y de volver y de volver a ver: así uno empieza a ver estas pautas. Y esas pautas te empiezan a decir cosas que nadie está diciendo. Entonces, cuando las descubres las ves empiezas a ver cómo landmarks, y le puedes explicar a la gente o la gente te lo explica a ti. Es un proceso que sigue, sigue y sigue.
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