Desde hace más de doscientos años que la ciudad de Santiago se traslada cada día festivo, con camas y petacas, a un erial al sur, denominado entonces la Pampilla. Con la definición de la fecha a conmemorar, la celebración popular de la independencia se realiza con más fuerzas y recursos en el mismo sitio, año tras año. Ni la puesta en caja de 1843, que define con zanja y alamedas al Campo de Marte, ni el ajardinamiento de 1872 del parque Cousiño, ni el Pueblito de 1972 y la estatal reconquista popular del parque O’Higgins, lograron peinar la persistencia hirsuta de la Pampilla. Incluso hoy, aunque la fonda está contenida en un recinto custodiado, el comistrajo popular sigue esparciéndose por el jardín, reviviendo en cuerpo y espíritu la costumbre republicana de celebrar al aire libre.
* Pía Montealegre es Arquitecta y Magister en Desarrollo Urbano (PUC), dentro del cual desarrolló la tesis «Jardín para el pueblo : el imaginario de la Unidad Popular en el Parque O’Higgins». Actualmente cursa sus estudios de doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos (PUC). Desde mediados de este año es editora en Bifurcaciones.