En dónde los árboles crecen es una serie de paisajes imaginarios en los que la presencia de la naturaleza domina la escena borrando referencias al tiempo: la naturaleza prevalece sobre la humanidad. El proyecto se llevo a cabo en diferentes áreas urbanas de Londres seleccionando cuidadosamente las locaciones.

A través de un peculiar estudio de la composición fotográfica y la perspectiva de la escena, los densos follajes de árboles y arbustos se transforman en metáforas de la naturaleza, reclamando el espacio robado por los humanos. La naturaleza sofoca los edificios y otras creaciones humanas, rodeándolas y deconstruyendolas.

Al ver estas imágenes no podemos descifrar si es una realidad distante en el futuro o en un tiempo cercano al presente. Ni siquiera sabemos si la humanidad aun está presente o ha sido derrotada por la naturaleza hastiada después de siglos de expansión descontrolada. Se puede entender, también hipotéticamente, como un escenario en el que humanidad y naturaleza han finalmente alcanzado un balance.

En dónde los árboles crecen plantea interrogantes acerca de cómo nuestra sociedad y la economía, en continua expansión, se olvida e irrespeta los verdaderos cimientos sobre los que se basa. En esta realidad de ensueño surge una pregunta recurrente: ¿cuál será el impacto de esta explotación perpetua no regulada de recursos preciosos en los que se basa nuestra existencia?