020
PRI 2015

La definición de barrio en un barrio/

Transformaciones del espacio y de las prácticas socioculturales en el barrio de San Nicolás

Mauricio Guerrero y Natalia Pérez

Artículo | Revista

Resumen

El presente artículo busca presentar y reflexionar sobre algunos resultados del proyecto “El sonido en el espacio urbano como patrimonio cultural: cartografías digitales para la preservación de la memoria sonora-espacial de la industria de las artes gráficas en el barrio San Nicolás (Santiago de Cali, 1894-2013)”, el cual tuvo como objetivo diseñar una cartografía digital, interactiva y georreferenciada que permita la preservación y apropiación social de la memoria sonoro-espacial de la industria de las artes gráficas asentada en el barrio San Nicolás desde finales del siglo XIX. Los resultados que se presentan corresponden a uno de los ejes de análisis que buscaron identificar la relación que se teje entre el espacio-barrio y las prácticas sociales que identifican el barrio San Nicolás. Para ello, se expone una contextualización espacial e histórica del barrio, además de una aproximación teórica a las nociones de barrio que dan lugar a las reflexiones posteriores sobre las transformaciones espaciales, culturales y económicas de la vida social del barrio San Nicolás y de su cotidianidad expresada en el paisaje cultural del mismo.

Palabras Claves

Barrio San Nicolás, estudios urbanos, transformaciones sociales, paisaje cultural urbano.

Abstract

This article seeks to present and reflect on some of the conclusions of the project "The sound in the urban space as a cultural heritage: digital cartography for the preservation of the sound-spatial memory of the graphic arts industry in San Nicolas neighborhood (Santiago de Cali, 1894-2013)", which aimed to design a digital, interactive and georeferenced mapping that allows the preservation and social appropriation of the sound-spatial memory of the graphic arts industry based in San Nicolas neighborhood from the end of the XIXth century. The results presented here correspond to one of the axes of analysis that sought to identify the relationship between the space of the neighborhood and the social practices that identify San Nicolas. To do this, a spatial and historical context of the neighborhood is presented along with a theoretical approach to the notions of neighborhood, that give rise to further reflections on space, cultural and economic transformations of social life in the neighborhood San Nicolas and his everyday, expressed in its cultural landscape.

Keywords

San Nicolas neighborhood, urban studies, social transformation, urban cultural landscape.

1. El barrio San Nicolás

La historia del barrio San Nicolás está directamente aunada a la historia de la configuración territorial de la ciudad de Santiago de Cali. En esa misma medida, la historia de conformación de algunos sectores industriales del Valle del Cauca están directamente relacionados con los procesos de territorialización del sector industrial del barrio San Nicolás. De acuerdo a una caracterización socioeconómica de la comuna 3 realizada por Icesi (CIENFI, 2007), el barrio San Nicolás, antiguo barrio Vallano, está ubicado en el occidente de la ciudad en la comuna 3. La comuna 3 cubre el 3,1% del área total del municipio de Santiago Cali con 370,5 habitantes. La comuna 3 está compuesta por quince barrios: El Nacional, El Peñón, San Antonio, San Cayetano, Los Libertadores, San Juan Bosco, Santa Rosa, La Merced, San Pascual, El Calvario, San Pedro, San Nicolás, El Hoyo, El Piloto, Navarro-La Chanca. Según el Plan de Desarrollo del Municipio de Cali 2008-2011:

“Esta comuna cuenta con 21.993 predios construidos, que representan el 4,7% del total de la ciudad. Está conformada por 12.294 viviendas lo cual corresponde al 2,4% del total de viviendas de la capital vallecaucana. (…) En cuanto a población, en esta comuna habita el 2,2% de la población total de la ciudad, es decir 44.088, de los cuales el 49,7% son hombres (21.907) y el 50,3% restante mujeres (22.181). Esta comuna es la segunda de menor población de la ciudad de Cali después de la comuna 22. El número de habitantes por hectárea –densidad bruta- es de 33,21” (PDM 2008-2011: 5).

Por otro lado, según los datos del Dane (2005) la caracterización de los aspectos económicos, ubica a la comuna 3 la de mayor proporción de unidades económicas de la ciudad, con un 17,9%. De estas unidades económicas, el 65,6% pertenece al sector comercio, el 26,6% al sector servicios y el 7,8% a la industria. Esta composición no es diferente al total de la ciudad donde el comercio predomina, representando el 60,4% de todas las unidades económicas de la ciudad.

2. La noción de barrio

El concepto de barrio ha sido objeto de estudio de la geografía, la arquitectura, la sociología, la antropología urbana y la historia, entre otras muchas más disciplinas. De acuerdo con Giullieta (2007: 51) “el barrio entendido como una parte de la aglomeración urbana, es una de las partes, sectores, zonas o porciones en que se divide la ciudad”. Como un espacio en constante proceso de re-significación y acoplamiento a las dinámicas urbanas, podemos entender de acá en adelante al barrio como el proceso de apropiación y construcción social del espacio generalmente asociado a las prácticas y relaciones sociales urbanas, que implican una apropiación en el sentido físico, identitario, simbólico y administrativo.

De acuerdo con Tapia (2013: 5), “el barrio se constituye como el refugio del sentido comunitario, el cual está condenado a debilitarse o sencillamente desaparecer por la intensidad de la vida moderna y la intensificación del proceso de urbanización: el barrio como la última trinchera de resistencia de las relaciones de proximidad y los valores ligados al arraigo, la identidad, la memoria y la pertenencia.” (Tapia, 2013: 5). En cuanto al concepto de barrio como unidad auto-contenida, tal como lo afirman Park y Burgess (1984: 6 en Tapia, 2013) “con el paso del tiempo, cada sector o cada barrio de la ciudad adquiere algo del carácter y de las cualidades de sus habitantes. Cada parte distinta de la ciudad se colorea inevitablemente con los sentimientos particulares de su población. En consecuencia aquello que al principio sólo era una simple expresión geográfica se transforma en un barrio; es decir, en una localidad con su propia sensibilidad, sus tradiciones y su historia particular”.

Ahora bien, la crítica a este supuesto de comprender el barrio como una expresión natural de la ciudad, se plantea desde la postura conceptual de ideología barrial, y por su parte, Massey (2004), propone una idea alternativa de barrio abierto y relacional, indicando que “el barrio como lugar se puede comprender como un punto de intersección de relaciones sociales en un momento dado, relaciones sociales que se extienden a una escala mayor que las que definen ese lugar en ese preciso momento. Esto implica “abrir” el barrio, tanto en el tiempo como en el espacio; es decir, el barrio se construye y se modifica en relación al presente, al pasado y también al futuro, pero también en cuanto a la proyección de esta intersección de relaciones sociales a todas las escalas (Massey, 2004: 6. Citado en Tapia, 2013:7). En el caso específico del barrio San Nicolás, su vida social ha sufrido cambios sustanciales, resultado de las transformaciones económicas de la ciudad a través de todas las distintas etapas de urbanización de Cali. Esto, considerando que Cali, particularmente, es una expresión clara de la ciudad en América Latina, que “se construye a partir del trazado físico simbólico del “tablero de ajedrez”: “una ciudad hispanoamericana es una plaza mayor rodeada de calles y casas, esta idea de ciudad utilizada por España fue la de las ciudades de la meseta española, -Castilla, Extremadura, Andalucía- las cuales proyectan un modelo para los núcleos urbanos en el nuevo mundo” (González, 2001: 21). En esta medida, y de acuerdo con Lynch (1959), los barrios como secciones de la ciudad, no solo se caracterizan físicamente por continuidades temáticas, sino también por claves identitarias que no son solamente visuales, como el ruido y los olores. Desde esta perspectiva parte el proyecto que da soporte a este artículo, aunque acá no lo esbocemos en profundidad. Siguiendo entonces la línea de orientación trazada por Lynch, encontramos en San Nicolás una idea de sección de ciudad dinámica y con límites confusos; es barrio con delimitaciones geográficas precisas, pero su incidencia en el entorno más cercano ha marcado la vida de otros contextos barriales que, siguiendo su modelo de adaptación urbana han recreado sus mixturas otorgándole al centro de Cali un carácter especial en cuanto a usos de suelo y composición demográfica se refiere, tal y como lo detallaremos más adelante.

La mixtura de San Nicolás, que va histórica y geográficamente desplegando cambios en los procesos comunitarios, termina por construir nuevas representaciones de su paisaje cultural. En este sentido encontramos varias versiones del barrio que se yuxtaponen como imaginarios que no se suman, pero si se complementan. Hay un San Nicolás cargado de nostalgias para sus habitantes herederos de la tradición residencial, mientras que hay otro con perspectivas económicas para los empresarios asentados en su territorio, y en medio de estos dos hay uno lleno de indefiniciones que expresan sus visitantes frecuentes. Tal vez esta cuestión señalada anteriormente le da ese especificidad a San Nicolás, es un espacio que en términos de su geografía y prácticas culturales se adapta al pedido de las disoluciones sociales que plantea la vida urbana (Delgado, 1999). El reto conceptual y metodológico consistirá entonces en saber descifrar estas versiones, para tipificar y ubicar actores y relaciones en la historia de San Nicolás (Latour, 2008), lo cual exige en primera instancia una presentación de su historia que permita reconocer sus cambios y adaptaciones a modelos urbanos que se recrean continuamente, en las necesidades de un sector comercial y empresarial que crece paralelo a la resistencia de un sector residencial que le acompaña y caracteriza.

3. Historia de la configuración territorial del barrio San Nicolás

La historia del barrio San Nicolás está directamente relacionada con las diferentes oleadas de modernización que han modificado la vida política, económica y sociocultural de la ciudad. Estas oleadas a nivel regional, local y micro-local han significado con diferentes matices tres claros procesos de cambio que se dibujan en la manera en la que históricamente el barrio de San Nicolás se ha relacionado o no con la industria de las artes gráficas: transformaciones de las prácticas y relaciones socio-económicas, cambios de composición sociodemográfica, y cambios del uso del espacio y de sus formas de territorialidad. – Transformaciones de las prácticas y relaciones socio-económicas.

La dimensión económica es una de las más determinantes en la consolidación de los referentes históricos del barrio San Nicolás. Sus cambios están definidos por grandes procesos de transformación económica (la aparición del oro, la llegada del ferrocarril, la industrialización) que dan lugar a la identificación de oleadas marcadas por procesos de modernización. A nivel regional, la conformación de Cali hace parte de un proceso de consolidación de centros urbanos construidos como respuesta a las grandes economías de la caña, el azúcar, y los productos agrícolas que sirven de insumo para la agroindustria. El posicionamiento de las primeras grandes empresas al barrio San Nicolás se da hacia finales del siglo XIX, y se consolidan durante el siglo XX como el sector industrial de Cali ubicado en el barrio San Nicolás. Por esto, es significativa para el barrio la segunda oleada de modernización de la región por los distintos procesos de industrialización de la primera mitrad del siglo XX, como resultado del desarrollo económico empresarial de finales del siglo XIX. Durante la primera década del siglo XX se perciben procesos de industrialización de la ciudad, como la inauguración del primer tranvía de vapor el 20 de julio de 1910 (Celebración del Centenario del Grito de Independencia). Este hecho es importante para el barrio San Nicolás porque los talleres de la empresa del tranvía estaban ubicados en la Carrera 8ª con Calle 19.

Fig. 1. Los trabajadores de la madera abordan el tranvía (1910). Fuente: Santiago de Cali, Biblioteca Departamental Jorge Garces Borrero.

Fig. 1. Los trabajadores de la madera abordan el tranvía (1910). Fuente: Santiago de Cali, Biblioteca Departamental Jorge Garces Borrero.

Así, los principales factores del desarrollo de la ciudad de Cali corresponden a la instalación de los primeros nodos empresariales de la ciudad en este barrio. “En 1906 ya se habían fundado en el Barrio San Nicolás la fábrica de gaseosas Posada y Tobón Co., es decir Postobon;  Carvajal & Cía., también la fábrica de cigarrillos Mora, la empresa de pastas alimenticias Espiga de Oro y además el laboratorio JGB y jabones Varela” (De Pauw, 2008:83).

Según el Boletín de Estadística Municipal, No. 3 de julio de 1925, las 10 mayores fabricas existentes en Cali, en 1925 eran TRILLADORA DE CAFÉ ULPIANO LLOREDA (con 212 trabajadores), TRILLADORA DE CAFÉ ALFONSO VALLEJO (con 199 trabajadores), TRILLADORA DE CAFÉ “EL QUINDIO” (con 131 trabajadores), TEJIDOS ANTONIO DISHINGTON (La Garantía) (con 68 trabajadores), CERVECERIA ALEMANA “LOS ANDES” (con 60 trabajadores), TRILLADORA DE CAFÉ GUERRERO (con 45 trabajadores), TIPOGRAFIA CARVAJAL (con 39 trabajadores), TIPOGRAFIA PALAU, VELASQUEZ & CIA. (con 30 trabajadores), GASEOSAS POSADA TOBON (con 30 trabajadores) y FUNDICION DÍAZ M. HERMANOS (con 30 trabajadores).

Fig. 2. Aviso de imprenta en diario El Dia. Fuente: Carvajal Cien Años: edición conmemorativa, 1904-2004. (2004). Carvajal, Colombia.

Fig. 2. Aviso de imprenta en diario El Dia. Fuente: Carvajal Cien Años: edición conmemorativa, 1904-2004. (2004). Carvajal, Colombia.

Así, pues, se percibe el importante papel de la industria de las artes gráficas en el desarrollo regional del Valle del Cauca y por tanto el rol del Barrio San Nicolás en el proceso de consolidación de la industria regional y nacional. El sector industrial de las artes gráficas en Colombia inicia a final del siglo XV y principios del siglo XVI (Muriel, 1996).

En el Valle del Cauca, la primera gran imprenta es la Imprenta Comercial (1904) fundada por Manuel Carvajal Valencia y sus hijos. Sin embargo, en 1837 se introdujo en Cali la primera imprenta gracias a Fray José Ignacio Ortiz. “En 1878 apareció la primera publicación “EL FERROCARRIL” fundado por el escritor Eustaquio Palacios. En 1881, Manuel Carvajal Valencia, asociado con Belisario Palacios y Juan Antonio Sánchez, compró una pequeña imprenta con la cual se editaba el periódico “EL TELEGRAFO” en Buga  (…). En 1894 compró la vieja imprenta adquirida con sus socios constituida por una prensa tipográfica manual de construcción metálica y algunas cajas con tipos de imprenta y se instaló de inmediato en Cali, en el Barrio San Nicolás, y decidió dedicarse a los libros y las publicaciones, que era un negocio extraño en la época.” (Muriel, 1996: 7).

La imprenta de la familia Carvajal nace en la carrera 5ª entre calle 15 y 16, como expresión de un proceso de apropiación espacial de la industria gráfica sobre el barrio El Vallado, hoy San Nicolás, en el cual se asientan las tipografías dedicadas a la impresión de periódicos y revistas, además de ser el barrio donde se ubicaron de la mayoría de los sindicatos.

Fig. 3. Casa familiar en Carvajal. Carrera 5ª entre calle 15 y 16. Fuente: Carvajal Cien Años: edición conmemorativa, 1904-2004. (2004). Carvajal, Colombia, p. 22.

Fig. 3. Casa familiar en Carvajal. Carrera 5ª entre calle 15 y 16. Fuente: Carvajal Cien Años: edición conmemorativa, 1904-2004. (2004). Carvajal, Colombia, p. 22.

En 1904 aparece el periódico El Día (en Carvajal Cien Años, 2004: 23). En 1911 aparece la publicación “La Lucha». En 1925, el 18 de marzo se constituye la “Sociedad Industrial de Proletarios”, una sociedad industrial anónima cuyo objetivo es la explotación del negocio de la imprenta. Hacia mitad de siglo se ubicaron en el barrio el periódico “El País” (fundado en 1950), el “Periódico de Occidente” (fundado en 1961) y publicaciones como “El Crisol”. Otras principales empresas productoras del sector de la segunda mitad del siglo XX son: Indugráficas fundada en 1968, Impresora Feriva fundada en 1972, Editorial Prensa Moderna fundada en 1977, y Arte Moderno fundada en 1978.

Fig. 4. Diario El Dia. Fuente: Carvajal Cien Años: edición conmemorativa, 1904-2004. (2004). Carvajal, Colombia.

Fig. 4. Diario El Dia. Fuente: Carvajal Cien Años: edición conmemorativa, 1904-2004. (2004). Carvajal, Colombia.

El incremento de la industria en Cali fue uno de los factores de desarrollo más importantes para la región, logrando posicionar a la ciudad como uno de los nodos económicos y político-administrativos más relevantes hacia mitad de siglo XIX. El auge del sector industrial del barrio San Nicolás durante este siglo, fue combinándose con la vida social del mismo asociada a la actividad residencial que tanto lo caracterizó desde sus inicios.  Solo hacia finales de la década de los noventa se comenzó a hacer más visible la actividad comercial que hoy en día caracteriza el barrio y que lo identifica como un sector que expresa una mixtura de actividades comerciales e industriales combinadas con el uso residencial de sus espacios.

Como lo relata Omar Arango (2014) en una entrevista, durante la década de los años 30, cuando él llegó al barrio San Nicolás, éste era un barrio familiar, un barrio de familia. “Un barrio acogedor, muy bueno”. Era, al parecer, un barrio residencial de clase media, no popular, en todo caso. Comprendía desde la carrera primera hasta la carrera novena y desde la calle 15 hasta la calle 25. Ya sería con posterioridad, más o menos hacia los años setenta, que comenzaron a instalarse empresas e industrias en el barrio, lo que repercutió en el abandono sistemático del barrio por parte de muchas familias. Ya entrada la década de 1990, el barrio comienza a volverse más de empresas y de comercio, lo que impulsa aún más la salida de las familias residentes. El caso es que el barrio ha cambiado muchísimo. Se convirtió en referencia para las artes gráficas, “pero familiarmente se fue todo, se perdió todo”.

Este relato expresa claramente uno de los cambios históricos más percibidos en la vida social del barrio, por parte de sus actuales habitantes: el impacto de la industria en la disminución de la población residente del barrio San Nicolás.

Cambios de composición sociodemográfica

El desarrollo económico de Cali durante el siglo XX, significó igualmente una explosión demográfica directamente proporcional a la expansión urbana de la ciudad. “Al iniciar el siglo, Cali contaba con una población de alrededor de treinta mil habitantes, pero en la mitad del siglo la ciudad había multiplicado por diez su población. Santiago de Cali fue fundada alrededor del año 1936, y durante el periodo colonial y los primeros años del periodo republicano contó con una dinámica pausada, en gran parte otorgada por la economía de las haciendas. Fuertes concentraciones de tierra y un flujo comercial determinado por la economía minera. Como lo señaló el historiador Germán Colmenares, las principales unidades productivas en Cali para el periodo colonial eran los terratenientes, mineros y comerciantes. En la medida que se fue formando la nación colombiana y que la república fue definiendo su vocación económica, la ciudad de Cali fue cobrando mayor relevancia dentro del esquema productivo nacional. La consolidación en el mercado mundial por intermedio del café, las obras de infraestructura, el nacimiento del departamento del Valle del Cauca (1910), entre otros factores, convirtieron a la ciudad en el principal foco de desarrollo del suroccidente colombiano y determinaron que su crecimiento poblacional, durante todo el siglo XX, fuese exponencial” (Alzate, Beltrán y Morera, 2014: 1).

Fig. 5. Población de Cali en el siglo XX.

Fig. 5. Población de Cali en el siglo XX.

Históricamente, el barrio ha modificado su composición poblacional, a razón de los cambios socioeconómicos nacionales y regionales que han afectado las dinámicas de este territorio –barrio, como manifestación de varias oleadas modernidad y modernización que han permeado los procesos de administración, ordenamiento, y apropiación social de los barrios que hacen parte de la historia fundacional de la ciudad de Cali, como lo es en este caso el barrio San Nicolás.

La llegada de nuevas industrias trae consigo mercancías que engrosan la oferta comercial, generando malestar entre los tradicionales comerciantes y artesanos asentados en San Nicolás, pero a su vez generando puestos de trabajo que fueron ocupados por otros habitantes del barrio. La dinámica comercial y el crecimiento de Cali atrae el turismo y nuevos usos y servicios que complementan la localización de las nuevas empresas, tales como pequeños hoteles, lugares de esparcimiento y bares y prostíbulos, reconfigurando forzosamente en materia de ocupación del espacio y de usos del suelo la imagen que caracterizaba al barrio hasta entonces. También en éste período se da un crecimiento demográfico que implicó la densificación y el uso de lotes vacíos presentes aún en el casco urbano (Vargas, 2014: 17).

A mediados del Siglo XX se origina en Cali una etapa de desarrollo de gestiones administrativas que priorizan la formulación de políticas de planeación urbana (1947-1950) de la ciudad, a partir de la cual se consolidan en adelante los distintos procesos de renovación urbana. Inicialmente se caracterizó “por los postulados del urbanismo moderno y caracterizada por la figura del Plan Regulador adoptado por la Ley 88 de 1947. (…)  El Plan Piloto de Wiener & Sert fue diseñado en la ciudad de Nueva York y entregado a las autoridades municipales el 22 de Septiembre de 1950 y aprobado mediante decreto en Noviembre de 1953 y el Plan de obras del municipio para 1954 estipulaba dar inicio a la implementación del mismo. Una de las anotaciones al respecto de la ciudad que hicieron sus autores, tenía una relación directa con el barrio San Nicolás; debido al desarrollo económico que la ciudad había experimentado en distintos períodos y sin la mediación de una planificación previa que le diera un orden a los procesos urbanos, el comercio, la industria y la vivienda habían terminado por mezclarse caóticamente. (…) De esta manera, la propuesta del Plan Piloto en consonancia con la dinámica de la ciudad, buscaba localizar la industria al costado oriental de la misma, separada del resto de las funciones urbanas, en donde la vía férrea y la propuesta de la Autopista del Valle fungían como límite físico entre ambos sectores. En ése lugar, cerca de la vía del ferrocarril que conducía a Candelaria, ya se habían asentado varias empresas y la anterior medida estaba dirigida a consolidar una gran zona industrial que permitiera en un futuro su ampliación sin entrar en conflicto con otras zonas de la ciudad y con fácil acceso a las principales vías de comunicación regional” (Vargas, 2014: 29-30).

En esta medida, es claro cómo la configuración histórica territorial del barrio está mediada por una relación directa entre los cambios en su composición demográfica y los procesos de desarrollo económico de la región. Estos cambios económicos en el caso particular del barrio hacia finales del siglo XX y principios del XXI se expresan a través de un aumento de la actividad industrial y comercial que ha desplazado los habitantes del barrio provocando una disminución sustancial de la de ciudad poblacional residencial. Paralelo a esto, la dinámica anteriormente mencionada ha generado durante los últimos 20 años un aumento de población flotante, representada en su mayoría por ejemplo por los habitantes de la calle. De acuerdo con el informe Censo Sectorial de Habitantes de y en la Calle (2005: 29), “los sitios en los que se encontró mayor densidad de habitantes en la calle fueron los barrios Sucre, El Calvario y San Nicolás, localizados en el centro de la ciudad, la galería Santa Helena, La Isla, la galería La Alameda y El Basuro de Navarro. (…) Casi la mitad de los habitantes de la calle se concentran en dos comunas, la comuna 9 (25,4%) y la comuna 3 (23%); el 7,8% reside en la comuna 2; el 6,6% en la comuna 19; el 6,4%, en la comuna 10; el 3,1%, en la comuna 8; el 2,7%, en la comuna 4; y el 6,3% se distribuye en las restantes 13 comunas; en las comunas 21 y 22 no reside ninguno. Un alto porcentaje, el 18,7%, no dio información sobre el lugar donde reside.”

Es importante recalcar que durante el siglo XX, un momento de disminución demográfica del barrio fue el resultado de la explosión de los vagones del ferrocarril de 1956. “Uno de los hechos más recordados, es la explosión a la 1:07 am del 7 de Agosto de 1956, de 6 camiones estacionados en los alrededores de la Estación del Ferrocarril sobre la Calle 25 entre Carreras 1 y 3, provenientes de Buenaventura y cargados con 42.000 kg de dinamita; no sólo por la cantidad de muertes y las pérdidas económicas, sino por las secuelas sociales y culturales sufridas por el barrio San Nicolás. Para aquel entonces, Cali contaba con alrededor de 120.000 habitantes de los cuales más de 2.000 murieron (sólo pudieron rescatarse 985 cadáveres) y miles de personas resultaron heridas” (Vargas, 2014: 33).

Fig. 6. Ruinas que dejó peligrosamente en pié la explosión del 7 de agosto (1956). Fuente: Santiago de Cali, Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero.http://hdl.handle.net/10906/26310

Fig. 6. Ruinas que dejó peligrosamente en pié la explosión del 7 de agosto (1956). Fuente: Santiago de Cali, Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero.

Cambios del uso del espacio y de sus formas de territorialidad

En consecuencia con lo anterior, se pueden identificar cambios del uso del espacio que son claramente cartografiables hoy en día, en los cuales se pueden observar o hacer visible los impactos de estas transformaciones económicas y demográficas que ha sufrido el barrio. A principios del siglo XVII hasta la mitad del XVIII fue mayor el uso residencial y en menor medida el comercial; posteriormente la explosión demográfica producida por la economía del oro durante todo el siglo XIX produjo un aumento del uso residencial y comercial hasta principios del siglo XX. Durante la primera mitad de siglo se vio un aumento residencial y comercial, hasta la explosión de los vagones del ferrocarril en 1956. En la segunda mitad de siglo hubo una disminución de uso residencial, y un aumento de uso industrial y comercial. Actualmente es significativa la disminución del uso residencial y el aumento potencial del uso industrial y comercial.

Según la encuesta realizada a las empresas de industrias gráficas, las de mayor antigüedad se registraron entre la década de los 30 y los 70, con un aumento progresivo durante los últimos 10 años. Esta diversificación y densificación de las empresas de artes gráficas en el barrio es un comportamiento generalizado para las demás actividades comerciales e industriales que claramente han desplazado las viviendas residenciales. El último aumento progresivo que se observa coincide a su vez con las transformaciones en la vida social del barrio que ha sido percibida por sus habitantes y que serán descritas más adelante.

Fig. 7. Resultados de censo del sector de artes gráficas del Barrio San Nicolás, ejecutado durante el proyecto. Fuente: Elaboración propia.

Fig. 7. Resultados de censo del sector de artes gráficas del Barrio San Nicolás, ejecutado durante el proyecto. Fuente: Elaboración propia.

En el siguiente mapa del barrio San Nicolás, se identificaron cuatro usos de espacio diferentes asociados a estas actividades: 1) comercial, 2) residencial, 3) industrial y 4) comercial-residencial. Se identificaron estos usos para la zona con menor o nula densidad de negocios dedicados a la industria de las artes gráficas, las cuales corresponden a las tres cuartas partes que se encuentran en color. Actualmente el barrio está compuesto en su mayoría por la actividad comercial como se observa en el mapa los predios identificados con color rojo y en segunda medida la actividad industrial, identificada con el color morado.

Fig. 8. Mapa de usos de suelo Barrio San Nicolás. Fuente: Información recolectada en trabajo de campo.

Fig. 8. Mapa de usos de suelo Barrio San Nicolás. Fuente: Información recolectada en trabajo de campo.

Uso comercial, residencial e industrial del barrio

A continuación se describe la distribución de usos del suelo del barrio San Nicolás en las tres cuartas partes en donde no está densificada la industria de las artes gráficas. De acuerdo con el Dagma (2009: 49), en “la distribución de los usos del suelo de la comuna, se observa una concentración notable de negocios comerciales, servicios institucionales, así como las más altas congregaciones de usos mixtos comerciales, industriales, localizados en el barrio San Nicolás. En general la distribución porcentual de los usos de la Comuna 3 se encuentra distribuida de la siguiente manera:”

Fig. 9. Distribución percentual de los usos de la comuna 3. Fuente: Dagma, 2009: 49.

Fig. 9. Distribución percentual de los usos de la comuna 3. Fuente: Dagma, 2009: 49.

Aunque en la comuna en general el uso residencial es alto, en el barrio el uso es menos frecuente. La actividad comercial del barrio San Nicolás actualmente está representada por el uso de los predios o espacios públicos para la comercialización de bienes y servicios. En consecuencia, dentro de los predios que se identificaron con el color rojo se encuentran tanto las grandes empresas de comercialización de mercancías (por ejemplo las cerámicas, o los repuestos de automóviles), hasta las pequeñas y medianas empresas de venta de servicios de comunicaciones o las residencias de las zonas de tolerancia.

Como se puede observar en el mapa, existen hoy en día manzanas completas dedicadas a esta actividad que ha ido absorbiendo por completo la vida social del barrio como espacio habitacional. Una tendencia común es la forma en la que están distribuidas en las manzanas las distintas actividades comerciales e industriales. Así como encontramos densificada la zona industrial de las artes gráficas es igualmente fácil de ubicar calles o manzanas totalmente dedicadas al comercio de artículos de madera o de cerámica, productos de telecomunicaciones, textiles, repuestos de automóviles o maquinarias en general, entre otros. Sin embargo, hay actividades comerciales no concentradas sino dispersas como restaurantes, panaderías, tiendas de abarrotes y venta de servicios de comunicación.

A partir de la información suministrada en las entrevistas y encuestas y de la observación realizada, se puede deducir que las relaciones que se han establecido entre las empresas de artes gráficas y el resto de la zona comercial no son tan significativas como se esperaba. Sin embargo, algunas de las relaciones que se pudieron identificar son las relacionadas con el servicio técnico de las máquinas y los proveedores de los repuestos de las mismas.

A pesar de que el mantenimiento rutinario de las máquinas lo hacen en su mayoría dentro de las instalaciones del establecimiento y con personal propio de la empresa, aproximadamente 87 de las 172 empresas encuestadas contratan a una persona externa a la empresa para el servicio técnico y reparaciones, lo que ha promovido la las relaciones comerciales con otros sectores del barrio. En esta medida, vale la pena reconocer que de las 53 empresas que suministraron la información sobre el lugar en donde adquieren los repuestos, el 47% de éstas han creado relaciones comerciales con proveedores del mismo barrio.

Fig. 10. Resultados de censo del sector de artes gráficas del Barrio San Nicolás, ejecutado durante el proyecto. Fuente: Elaboración propia.

Fig. 10. Resultados de censo del sector de artes gráficas del Barrio San Nicolás, ejecutado durante el proyecto. Fuente: Elaboración propia.

Según las entrevistas realizadas a los habitantes del barrio, el aumento de la actividad comercial ha afectado radicalmente la vida social de los residentes, ya que se ha reducido significativamente el uso residencial, como se puede observar en el mapa en el que se identificado éste con el color amarillo. En pocas palabras, solo quedan dos manzanas cuyo uso residencial es total.

Para los actuales residentes del barrio, es claro que las grandes migraciones de la población no solo responden a la incursión de la industria durante el último siglo, sino a eventos como la explosión del ferrocarril. Así mismo, consideran que es importante tener presente cómo el proceso de consolidación de la industria en el barrio no ha contribuido al fortalecimiento del tejido social. Durante la primera mitad del siglo XX se pueden identificar más testimonios que describen un barrio que ofrece a sus habitantes no solo la vida residencial sino también laboral. Sin embargo, actualmente, la mayoría de la población que trabaja en la industria de las artes gráficas no reside en el barrio y, por lo tanto, corresponden a la población flotante no residente.

Aunque en el caso de la industria gráfica se percibe esta dinámica, en el caso del comercio se identificó un uso mixto del espacio, que fue identificado en el mapa anterior con el color naranja como residencial-comercial. A esto corresponden las viviendas o predios cuyos primeros pisos son usados como locales comerciales y la segunda planta o la parte trasera del predio es usada para vivienda. En esta medida, se percibe cómo la actividad comercial se ha combinado con la residencial, mas no la ha desplazado. Entre la década de los 60’s y los 80’s esto fue muy común entre las medianas y pequeñas empresas de artes gráficas que se localizaban en el barrio. Los predios, pues, tenían un uso combinado. Hoy en día es más común que la maximización del uso industrial del espacio de los predios de artes gráficas haya sido combinada mayoritariamente con el uso comercial, pero no residencial.

4. Las voces del barrio

Hablar de las representaciones que la memoria social recrea, a partir de las percepciones, imaginarios, y evocaciones que la gente hace de uno u otro sector del barrio, implica reconocer que la “instantánea” que hoy se haga de estas imágenes comprende un tejido o tramado de relaciones sociales que son intrínsecas a la manera en la que se han naturalizado o apropiado socioculturalmente el espacio y las expresiones sonoras de la cotidianidad y del recuerdo.

Por tanto, una aproximación a la historia e historias del barrio San Nicolás y a su mundo de las imprentas, ayuda a comprender que las expresiones sonoras de hoy y sus formas de representación no pueden ser más que el resultado de un paisaje que desde la teoría de Krausse, permite inferir una armoniosa coincidencia entre espacio y población natural donde las voces individuales contribuyen a un espectro sonoro equilibrado que consolida e identifica más su ecosistema. En el ámbito urbano, el paisaje sonoro responde a leyes menos delicadas que la armonía o el equilibrio, no obstante la cultura se ha encargado de crear una «banda sonora» acompañante de la vida de los habitantes que, conscientes o no, aportan a este conjunto caótico del cual intentaremos extraer sentido. La Revolución Industrial cambió radicalmente el paisaje sonoro urbano. El tañer de las campanas, quizá el sonido pre-moderno con mayor potencia, fue opacado por motores y máquinas.

En el caso del barrio San Nicolás esto significó el paso de las voces y sonidos de los niños jugando en la calle a los gritos de los vendedores ambulantes y los pitos de los carros en las calles; o de los sonidos de los pájaros en los árboles del parque frente a la iglesia, a las voces de los vendedores de motos en el mismo parque.

Entre los actores a los cuales nos acercamos, están algunos dueños y empleados de las empresas de la industria gráfica, mujeres residentes del barrio pertenecientes al grupo del adulto mayor, y residentes y propietarios de empresas de actividad comercial. Tanto las entrevistas individuales y grupales, como el filtro de observación fue básicamente reconocer las percepciones sobre los cambios sociales de la industria en el barrio.

Al comprender el barrio San Nicolás como un entramado de relaciones sociales y económicas históricamente construidas, damos cuenta de un espacio que a pesar de estar delimitado geográficamente, es definido e interpretado mayoritariamente como “el centro” de la ciudad con una alta actividad comercial e industrial. Al caminar por el barrio durante el día o al transitar en automóvil o en el transporte público masivo, nos encontramos con un paisaje de mixturas urbanas, cuyos ritmos y matices se pueden apreciar a través de los cambios en sus intensidades. Los ruidos, los silencios, los colores, los olores, la congestión vehicular, el tránsito acelerado de personas, o las calles vacías, crean ante el espectador la sensación de un espacio urbano altamente comercializado e industrializado.

Sin embargo, al cruzar a una dimensión mucho más cercana a la vida social del barrio, sus habitantes develan un proceso de quiebre o de resquebrajamiento del tejido social y comunitario, como respuesta al impulso acelerado del comercio y de la industria desde la segunda mitad del siglo pasado.

Don Jorge Eliecer Sánchez, hijo de Doña Saturia Rubiano, economista, actual propietario de Almacén Saturia y residente del barrio, reconoce que desde que vive en el barrio hace más de 50 años, lo comercial y lo industrial han desplazado a lo residencial. Antes de la expansión comercial década de los 60´s, el barrio era más reconocido por ser un espacio de gestión de actividades culturales y deportivas. Se podía identificar una mixtura urbana entre la vida residencial e industrial del barrio.

Aunque el Almacén Saturia nació como un negocio de venta de repuestos para motos y bicicletas, es también uno de los lugares emblemáticos del barrio por su relación con la gestión cultural y deportiva del mismo y de la ciudad. El Almacén nace en 1945 como Ciclopartes y desde 1957 se llama Almacén Saturia y está ubicado en el barrio San Nicolás en la Calle 19 No. 5-26. Su creadora fue Doña Saturia Rubiano, reconocida líder comunitaria del barrio, gestora de la vuelta a Colombia en bicicleta, y organizadora en 1948 de la competencia desde Cali a Bogotá con Argemiro Sánchez.

Fig. 11. Saturia Rubiano (1963), primera mujer en participar en competencias ciclísticas y en manejar una motocicleta en el Valle. Fuente: Santiago de Cali, Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero.

Fig. 11. Saturia Rubiano (1963), primera mujer en participar en competencias ciclísticas y en manejar una motocicleta en el Valle. Fuente: Santiago de Cali, Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero.

Fig. 12. Integrantes del equipo ciclístico del almacén Ciclopartes (1948). Fuente: Santiago de Cali, Biblioteca Departamental Jorge Garces Borrero.

Fig. 12. Integrantes del equipo ciclístico del almacén Ciclopartes (1948). Fuente: Santiago de Cali, Biblioteca Departamental Jorge Garces Borrero.

En palabras de una de las integrantes del grupo del adulto mayor del barrio, «Saturia contrataba buses para irse a los partidos, ella era la que vendía los repuestos de moto. En Semana Santa ella se iba hasta Jumbo a traer un burro, para hacer el desfile, ella era muy piadosa, la señora era muy muy del barrio, muy activa, participaba en la junta comunal, y se hacían unas kermesse… se trabajaban muy unidos. En la actualidad se trabaja pero uno allá, uno acá. Antes se recogía buen dinero, nosotros hacíamos cosas, la escuela la prestaban» (fragmento entrevista, noviembre 2014).

Fig. 13. Linort & Diario Occidente. Amparo Arrebato, junto a demás bailarinas de salsa. Fuente: Santiago de Cali: Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero.

Fig. 13. Linort & Diario Occidente. Amparo Arrebato, junto a demás bailarinas de salsa. Fuente: Santiago de Cali: Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero.

Durante la década de los 40’s y los 50’s, quienes han vivido el barrio también llaman la atención sobre la importancia de los teatros para la vida social y cultural del barrio y Cali: El Teatro Palermo, El San Nicolás y El Sucre; y durante los 60’s y 80’s los grilles de la 8ª como el Grill San Nicolás y Honka Monka.

Fig. 14. Blandón, O. (1986). Personas bailando en la pista de baile de la Discoteca, Honka Monka. Fuente: Santiago de Cali, Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero.

Fig. 14. Blandón, O. (1986). Personas bailando en la pista de baile de la Discoteca, Honka Monka. Fuente: Santiago de Cali, Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero.

En cuanto a la industria, los habitantes reconocen en el barrio la trayectoria histórica, de las artes gráficas, de gaseosas Toro, de Croydon, de Tecnoquímicas, Bavaria, JGB, Aleida, Postobon  Feriva, y El país.  En el caso de las editoriales, se reconocen diarios como El Relator, El Gato, La Razón, El Caleño, El Diario Occidente, y el Pueblo.

Fig. 15. Sala de prensa del diario liberal "El Relator", fundado por Hernando Zawadzky el 15 de octubre de 1915 (1920). Fuente: Santiago de Cali, Biblioteca Departamental Jorge Garces Borrero.

Fig. 15. Sala de prensa del diario liberal «El Relator», fundado por Hernando Zawadzky el 15 de octubre de 1915 (1920). Fuente: Santiago de Cali, Biblioteca Departamental Jorge Garces Borrero.

El anterior recorrido histórico nos muestra una clara expresión de quiénes y cómo fueron conformando el que hoy denominamos como barrio. Sus manifestaciones espaciales y sonoras pre-industriales e industriales en sus distintos matices, nos cuentan historias de cambios económicos que buscan reconocer el valor histórico y patrimonial clave en estos cambios sociales. De las bicicletas a las motos, de los buses a los automóviles, de los niños jugando en el parque a los habitantes de la calle, los sonidos del barrio han cambiado, de las grandes máquinas de las imprentas y demás sectores industriales que ya fueron mencionados del siglo XX, hasta los silencios de las actuales máquinas digitales del siglo XXI.

4. Conclusiones

Del barrio popular de la periferia en el siglo XIX a una mezcla caótica del siglo XXI, San Nicolás hoy es un barrio abierto y relacional (Massey, 2004), la expresión clara de un espacio lleno de mixturas urbanas cuyas actividades económicas y socioculturales van y vienen entre la industria, el comercio, la residencia y la institucionalidad. El rápido proceso de apropiación de sus espacios para estos usos, ha modificado su composición demográfica, sus formas de relacionamiento y los lugares de socialización. Los testimonios han dejado claro que hoy en San Nicolás sí vive gente, pero es menos que antes y la que queda es en su mayoría adultos mayores que se enfrentan al aumento de la población flotante, al aumento del comercio, y de la sensación de inseguridad, sumada al debilitamiento de la confianza en las autoridades políticas, religiosas, organizativas y económicas.

San Nicolás es la expresión de la vida urbana de Cali; sus historias reconfiguran un micro-espacio de viviendas, locales comerciales, iglesia, parques, hospitales, supermercados, complejos industriales, cementerios, galerías, burdeles, discotecas, sindicatos, colegios, centros de detención, y hasta grandes expendedores de droga. Sobre esta mixtura, los distintos testimonios manifiestan procesos de desarticulación entre las formas de uso del espacio. El descontento frente al poco interés de la industria en la vida social del barrio es claro, nos hay aportes directos a las actividades, ni involucramiento de los representantes de las empresas en actividades públicas o comunitarias, más allá de las obvias relaciones comerciales que se pueden establecer entre los distintos sectores comerciales e industriales. Hasta le recolección del papel que desechan como basura las empresas de artes gráficas, es recogida por una entidad privada externa al barrio y no por los recicladores del mismo.

La historia de vida del barrio, tiene tantos matices que sus gentes parecieran hablar de distintos barrios, donde las representaciones de la vida privada en sus espacios (máxima expresión de la industria), dificulta el fortalecimiento de la vida en comunidad, y del tejido social de la vida pública.

En el paisaje cultural urbano de este barrio se expresa el fenómeno de quiebre del tejido social del que tanto hablan sus habitantes: “el comercio desplazó a los habitantes”, “la industria no se involucra ni aporta nada al barrio”. Pero sí son sus mixturas en los usos del espacio público urbano los que mantienen los pocos espacios de socialización que han impedido que San Nicolás sea solo un barrio industrial o solo comercial, donde aún se sostienen relaciones y prácticas sociales que van más allá del ámbito privado. Lo que revive las palabras de algunos tantos que defienden su barrio diciendo: “acá también vive gente”.

La versión que acabamos de presentar del barrio San Nicolás ofrece una perspectiva que integra múltiples facetas de ese paisaje urbano. Operamos de tal manera porque más allá de ser una categoría de ordenamiento urbano, el barrio se entiende como un referente de socialización sujeto a cambios y redefiniciones. En este sentido fue que trabajamos la historia de San Nicolás, observando su desarrollo histórico como hito urbano, pero también como escenario de emprendimientos comerciales y prácticas culturales asociadas al devenir del proceso de modernización de Santiago de Cali.

En la emergencia de este proceso y en su posterior despliegue se van generando intersticios sociales que caracterizan la historia del barrio. En estos se presentan tensiones entre una vida artesanal-residencial que mutó a una industrial-comercial, con todo lo que ello implica en términos comunitarios.

El reto fue por lo tanto buscar una fuente o referente que permitiera cristalizar aquellos intersticios. Por ello acudimos a las manifestaciones sonoras como ese objeto que da cuenta de la cuestión. En los sonidos, voces y silencios del barrio hay un relato de su realidad que sabe integrar el espacio urbano con las prácticas culturales de sus habitantes. A partir de esto sabemos que el paisaje sonoro de una calle de San Nicolás es una línea de tiempo que nos enseña acerca de su historia, transiciones y  expectativas.

Referencias Bibliográficas

Alcaldía de Cali (1984). Concurso recuerdos de mi barrio, historia de los barrios de Cali. Cali: Departamento Administrativo de Promoción Social y Acción Comunal de la Alcaldía de Cali.

Alcaldía Municipal de Cali (2008) Plan de Desarrollo Municipal 2008-2011. Cali: Consejo Municipal de Planeación.

Alonso, J., Arcos M., Solano, J., Llanos, R., & Gallego, A. (2007). Una mirada descriptiva a las comunas de Cali. Cali: Departamento Administrativo de Planeación y Universidad Icesi- CIENFI

Alzate A., Beltrán M. & Morera E. (2014) Imprentas y Espacio Urbano en Cali, Caracterización histórica del barrio San Nicolás desde la industria de la imprenta entre las décadas de 1920 y 1980. Informe interno de investigación del proyecto: Historia del espacio, los sonidos y las prácticas sociales del barrio San Nicolás. Cali: Universidad Icesi.

Dagma. (2009). Agenda Ambiental Comuna 3. Recuperado de  http://consejoambiental.files.wordpress.com/2009/05/comuna-3.pdf

Delgado, M. (1999). El animal público. Barcelona: Anagrama.

Departamento Administrativo Nacional de Estadística -DANE. (2005). Informe de  Censo Sectorial de Habitantes de y en la Calle. Recuperado de https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/poblacion/habitantes_calle/habitaultimo.pdf

Galindo, J. (2002). Arquitectura, Industria y Ciudad en el Valle Del Cauca, 1917- 1945. Cali: CITCE- Universidad del valle.

González, C. (2001). El mundo del barrio, etnografía de los barrios de Pereira y Dosquebradas.  Revista Académica e Institucional de la Universidad Católica Popular del Risaralda, UCPR.  vol. 61, 21.

Fadda G., & Cortés. A. (2007). Barrios. En busca de su definición en Valparaíso.  Urbano, vol. 10 (16), 50-59

Latour, B. (2008). Reensamblar lo social, una introducción a la teoría del actor red. Buenos Aires: Manantial.

Lynch, K. (1992). Administración del paisaje. Bogotá D.C.: Editorial Norma.

Massey, D. (2004). Geographies of responsibility. Geografiska Annaler, Vol. 86 B(1), 5-18.

Tapia V. (2013). El concepto de barrio y el problema de su delimitación/ aportes de una aproximación cualitativa y etnográfica. Revista Bifurcaciones Vol. 12. Recuperado de http://www.bifurcaciones.cl/2013/03/el-concepto-de-barrio-y-el-problema-de-su-delimitacion/

Vargas M.A. (2014). Visiones urbanas de Cali y el barrio San Nicolás. Informe interno de investigación del proyecto: Historia del espacio, los sonidos y las prácticas sociales del barrio San Nicolás. Cali: Universidad Icesi. Pp. 17.

Vásquez E. (1982). Historia del desarrollo urbano de Cali. 2da. Edición. Cali: Universidad del Valle

Artículo recibido el 10 de Julio 2015, aprobado el 19 de Agosto 2015.

Mauricio Guerrero Caicedo es sociólogo egresado de la Universidad del Valle (Colombia). Se ha desempeñado como académico en varias universidades colombianas, y es actualmente coordinador del Seminario de Sociología del Diseño en la Universidad del Valle, en Cali.

Natalia Pérez Alonso es egresada de Antropología de la Universidad Externado de Colombia. Es actualmente candidata a Maestría en Sociedades Rurales de la Universidad de Caldas (Manizales), y profesora e investigadora de los Departamentos de Humanidades, Estudios Sociales, Ciencias Biológicas y Salud Pública de la Universidad Icesi (Cali – Colombia).