Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid (España)
15 febrero – 23 julio 2012
A principio de los noventa el artista visual Hans Haacke respondía respecto de su trabajo, en un largo diálogo sostenido con el sociólogo Pierre Bourdieu, diciendo: «suelo trabajar partiendo deliberadamente de un contexto específico. El carácter social y político del lugar de la exposición es determinante, al igual que las características arquitectónicas del espacio. De hecho, las propiedades simbólicas del contexto suelen ser el material esencial de mi labor artística» (1994: 25). Bajo esta premisa es que el artista alemán desarrolla el proyecto Castillos en el aire, obra original realizada para el Museo Reina Sofía de Madrid en el marco de una retrospectiva de su trabajo expuesta el año 2012 en dicho espacio. Haacke, uniendo la práctica artística con la crítica cultural, concibe la obra en un contexto social particular: la crisis más profunda que ha vivido España desde la transición democrática de finales de los setenta. De paso, el Museo Reina Sofía se artícula como un espacio crítico haciendo eco de las manifestaciones que habitan comúnmente la ciudad europea. España es hoy otro centro de la crisis económica europea y mundial, y el espacio urbano de Madrid es, a los ojos del artista, un signo de aquella coyuntura.
El diario El País diariamente publica en su titular los incrementos de la prima de riesgo y el desempleo, a su vez que la presidenta alemana y el Banco Central Europeo se transforman en los ejes de una Unión Europea esquiva a los acuerdos políticos y económicos. En síntesis, la muestra se gesta con un sentido crítico en un marco social determinado. La crisis abarca un sinfín de cuestiones y los espacios urbanos no son la excepción, más aún en el caso español.
En uno de sus viajes a España, Haacke, al tomar el taxi que le llevaría desde el aeropuerto de Barajas al centro de la ciudad, se percata de un complejo urbano deshabitado. «Al llegar me pregunté qué era aquello y me respondieron que había muchos sitios así en la periferia de Madrid, tierras prometidas, donde estaban previstos grandes planes urbanísticos que, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, se habían abandonado» cuenta el propio artista (El País, 2012). Eran esqueletos vacíos y ruinas edificadas; calles recien pavimentadas, elegantes farolas, numerosos solares y algunos edificios. Inesperadamente y para sorpresa de él, las calles que recorren el lugar llevan por nombre a distintos creadores y movimientos artísticos; calle de Eduardo Chillida, la del Arte Pop, del Arte Hiperrealista, del Arte Expresionista, etc. Dentro de este amago de vecindario se sitúan calles desiertas cuyos nombres revelan un proyecto fustrado, el de crear un barrio dedicado a las artes. De este modo Haacke, como un antropólogo, o esos «mercaderes de lo insólito» como diría Clifford Geertz (1996: 122), emprende una investigación de dicho acontecimiento[1]. Las características arquitectónicas de la periferia madrileña se transforman en esas propiedades simbólicas que Haacke sostenía en su conversación con Bourdieu.
Haacke, mediante una diversidad de elementos que conforman el montaje, decide acompañar el registro visual de las calles que denominan los estilos artísticos con obras asociadas a tales movimientos. De esta manera, por ejemplo, la calle de Arte Conceptual se ve acompañada de una obra de Joseph Kosuth o la calle de Arte Pop de una Andy Warhol. Este gesto le permite unir la historia del arte con el espacio urbano intervenido. Entre muchas de las ideas del Ayutamiento de Madrid para el ensanchamiento de Vallecas en su extremo sur estaba el proyecto de formar ahí un “distrito cultural”.
Haacke se caracteriza por un trabajo que está en los intersticios de la práctica artística, el análisis sociológico o antropológico y el ejercicio periodístico. Ahí quizas uno de los puntos centrales de la dimensión crítica de sus proyectos; su rol de investigador. Este parece ser el punto de partida de una obra que llevaría al espacio museal, a saber, el colapso del sistema inmboliario español o el llamado estallido de la “burbuja inmobiliaria”. Así se entiende la metáfora del título de su obra, puesto que «estos edificios, simbólicos del futuro y la prosperidad, son ahora monumentos a la quiebra económica» (2012: 27). Los castillos del futuro o esa fuerte dependencia del sector inmobiliario de la economía española son hoy espacios urbanos sin ciudadanos, familias, trabajadores o servicios que los habiten. «Este es el único bar en tres manzanas», sentenciaba el alemán en uno de sus trabajos de campo (El País, 2012). Este sería el retrato mismo de una ciudad que pone a disposición su planificación urbana a las lógicas propias de un flujo económico ficticio.
Esta práctica se encuentra en el seno del arte planteado por Haacke, catalogado como uno de los precursores de la “crítica institucional”, que pone en cuestión la propia autonomía del sistema de las artes. Aquí, utilizando el mismo mecanismo de denuncia, pone en cuestión las instituciones económicas y su relación con los espacios públicos y periféricos de la ciudad de Madrid.
Aquel complejo urbano desierto que el artista divisa (se calcula que viven unas 35.000 personas en total, la mitad de las que preveía el Ayuntamiento), se situa en el extremo sudeste del “Ensanche de Vallecas”, a las afuera de la ciudad. Vallecas es un gran distrito del sur pertenenciente al Ayuntamiento de Madrid, en la última parada de la línea 1; Valdecarros. Vallecas es una de las fronteras sur de la ciudad o el fin de la capital española. El llamado “ensanche” es un plan urbanístico diseñado hacia finales de los 90s para la ampliación de la ciudad. Este espacio urbano se ha configurado históricamente como un lugar de residencia para la masiva mano de obra no asumible por el centro de Madrid. Hoy en día se transforma en un lugar de residencia de la población con rentas menores asociada a los grandes flujos migratorios, como el caso del latinoamericano. Al ser este uno de los suelos potencialmente rentables del sur de la ciudad, grandes empresas constructoras emprenden un gran proyecto de edificación en pleno boom inmobiliario.
La economía del “ladrillo” previa a la crisis se gesta sobre un modelo de ciudad que arrasa paisajes y topografías. Ahí quizás una doble crítica que subyace al trabajo de Haacke; por una parte la crítica al modelo liberal de mercado y por otra, el impacto que en el paisaje urbano tiene una economía que centra su producción económica en las grandes constructoras de inmuebles. La zona en particular de Vallecas se vuelve simbólica en la medida en que son las clases medias quienes asumen un contexto habitacional no reglado por la densidad demográfica y determinado por fines estrictamente mercantiles. El colapso del crédito por parte de la banca y sobreedificación de propiedad son la causa del estallido del sector, siendo ese fenómeno el motivo que Haacke intenta caracterizar. Este sector en España se volvía el eje de la producción, afectando primordialmente a la población hipotecada y al pequeño y mediano empresario. El estallido de la burbuja provocaría una de las peores crisis sociales y económicas de la España post-franquista. El desempleo alcanzaría (y alcanza) cifras desorbitantes y Estado aplicaría (y lo sigue haciendo) fuertes recortes a la inversión social.
El proyecto del artista muestra distintos registros visuales y audiovisuales del “ensanche”, además de una serie de documentos que muestran los procedimientos para la obtención de un crédito o un título de propiedad en el lugar. Mediante esta propuesta se expone el aparato burocrático y económico de la venta de pisos. También incluye otros soportes como una instalación que se compone de una gran tela que baila al recibir el aire de un ventilador. Instalación que propone una asociación literal al título de la obra; Castillos en el aire. Interesante es también como el artista a modo de una intervención sociológica efectúa una pequeña encuesta –Poll– en donde al público se hacen preguntas del tipo; ¿A qué partido votó usted las últimas elecciones ¿Cuál es la principal causa de la crisis actual? ¿Cuál es su regimen de vivienda? Esta práctica se hace recurrente en la larga trayectoria del trabajo artístico de Haacke lo que nos hace recordar su rol de artista-investigador social. Esta mirada sobre las audiencias y los museos se asocia a la clásica investigación en sociología del arte de Bourdieu de “El amor el arte. Los museos europeos y su público” (1966), en la cual concluye que el publico goza de altos capitales culturales, además de una gran afluencia de agentes propios del campo artístico.
En sintesis, lo que Haacke intenta generar es que el espectador se transforma en un agente activo de su propia responsabilidad política (los resultados de las preguntas se van publicando digitalmente, siendo estos parte de la instalación propuesta por el artista). Así, Castillos en aire se constituye no como una obra cerrada sino abierta, en la cual el propio público tiene la posibilidad de ser parte de la crítica política, económica o social llevada a cabo por la obra. De paso, la audiencia reflexiona sobre su propio estado respecto a su situación de vivienda, lo que genera, además de la posibilidad de tomar opinión, información respecto de las causas de la crisis y su relación con el sector económico e inmobiliario.
* Marcos Dittborn es sociólogo (Universidad Alberto Hurtado, Chile). Actualmente vive en Madrid, donde cursa una maestría en analisis sociocultural (Universidad Complutense de Madrid). Las fotografías son registro de Asdrúbale Letechipía, licenciado en Diseño y Comunicación Visual (Universidad Autónoma de México).
[1] La investigación surge a partir del encargo del propio artista y fue realizada por Silvia Herrero, quien sintetiza los resultados en un artículo llamado “Vallecas Interruptus”, que forma parte del catálogo de la exposición. Veáse Herreros, S. (2012). Vallecas interruptus en Hans Haacke – Castillos en el aire (catálogo de exposición). Edición a cargo del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía: Madrid.
Referencias Bibliográficas
Alberro, Alexander, Alter, Nora M. Alter “Sistemas, dialéctica y Castillos en el aire” en Borja, Manuel et al. (2012) Hans Haacke – Castillos en el aire. Madrid: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Geertz, Clifford (1996) Los usos de la diversidad. Buenos Aires-Barcelona-México: Paidós/ICE/U.A.B.
Bourdieu, Pierre; Haacke, Hans (1995) Free Exchange, California: Stanford University Press.
Ortega, Patricia (2012) El ensanche del fin del mundo, El País. (17 Febrero). Disponible en http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/02/17/madrid/1329504564_233277.html
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