15/09/2014

L. S. Lowry: el pintor de la industrialización

Ricardo Greene

Blog | breves

Para haber sido Inglaterra el motor primario de la Revolución Industrial y sede del primer proceso moderno de urbanización masiva y migración campo-ciudad, llama la atención el poco interés que los pintores de la isla prestaron a dichos fenómenos. Quizás por la influencia del romanticismo, quizás por su fijación con el verde y las clases altas, quizás por lo poco atractivo que resultaba la paleta de grises, los objetos mecánicos y los cuerpos sucios y engrasados, los británicos tendieron a obviar lo que sucedía en las calles y continuaron pinceleando sus glorias militares, retratos de nobles y escenas naturalistas como si nada hubiera cambiado. No fueron capaces de detectar que el gran Imperio Mundial del siglo XIX estaba pronto a perder su trono; o quizás todo lo contrario: lo detectaron, y se dedicaron a dejar registradas aquellas cosas que estaban prontas a desaparecer.

Excepciones hubo: así como en Alemania estuvo Menzel y Voglsamer, en Francia Valette y en Italia Pelliza de Volpedo, en Inglaterra destacaron los trabajos de Doré y Anna Airy, artistas que volvieron los ojos a las clases trabajadoras y exploraron el acelerado proceso de urbanización que cargó de vida y miseria a las grandes ciudades europeas. Sus escenarios no fueron los parques, las lagunas, los palacios ni los cafés, sino los tugurios, fundiciones y fábricas militares:

Fig. 1: "Eisenwalzwerk", de Adolph Menzel (1872-1875).

Fig. 1: «Eisenwalzwerk», de Adolph Menzel (1872-1875).

Fig. 2: "El cuarto Estado". Pelliza de Volpedo (1901).

Fig. 2: «El cuarto Estado», de Pelliza de Volpedo (1901).

Bifurcaciones - Bahr 1890 - Accident in an Engineering Works

Fig. 3: «Accident in an Engineering Works», de Bahr (1890).

Entre todos estos artistas, el nombre que sin duda sobresale es el de L. S. Lowry. Su trabajo revela una enorme fascinación por la vida metropolitana, los obreros y los nuevos escenarios urbanos; ambientes de chimeneas humeantes, grandes explanadas, masas de transeúntes y una que otra iglesia olvidada recortando el fondo.

Con fuerte influencia técnica de Pisarro, Seurat y Van Gogh, una de sus señas características fueron sus figuras humanas de «palitos de fósforos»: personas pequeñas, oscuras, sin rostro, que deambulan de espalda, encorvadas y aparentemente silenciosas, como perdidas en el gran concierto urbano. Recorriendo las calles entre grandes edificios y lotes vacíos, los cuerpos humanos parecen de una escala mínima, lo que se refuerza aún más por la perspectiva escogida: siempre desde las alturas, como si las calles fueran vistas desde un microscopio y las figuras pequeños insectos. Al contrario de los cubistas o de los trabajos de Grosz, sin embargo, en su trabajo los cuerpos no aparecen violentados por la ciudad sino integrados a ella, paseando, caminando en parejas, jugando o simplemente de pie, admirando -como nosotros- las cientos de postales cotidianas que se despliegan ante sus ojos. Un pintor que supo comprender la complejidad de los cambios sin demonizarlos.

"The Steps, Irk Place" (Lowry, 1928)

«The Steps, Irk Place» (Lowry, 1928)

"Coming from The Mill"

«Coming from The Mill» (Lowry, 1930)

"Fever van Netwon"

«Fever van Newton» (1935)

"Steps at Wick"

«Steps at Wick» (1937)

"Saturday Afternoon"

«Saturday Afternoon» (1941)

"The Playground" (Lowry, 1945)

«The Playground» (Lowry, 1945)

"Lancashire Fair - Good Friday"

«Lancashire Fair – Good Friday» (Lowry, 1946)

"The Pond"

«The Pond» (Lowry, 1950)

"Industrial Landscape"

«Industrial Landscape» (1950)

"The Railway Platform"

«The Railway Platform» (Lowry, 1953)

"Going to work" (1959)

«Going to work» (1959)

"Piccadilly Circus"

«Piccadilly Circus» (Lowry, 1960)

"Station Appoach"

«Station Appoach» (Lowry, 1960)