VER 2008

Memoria y Metástasis/

Santiago, Chile

Jorge Baradit & Lorena Pérez

Blog | instantáneas | Revista

El planeta post-todo está enfermo de consciencia, enfermo por estar demasiado consciente de cada proceso que lleva a cabo, consciente y sobrepsicoanalizado, asistiendo al nacimiento de cada fenómeno en tiempo real, incapaz de abstraerse y adicto a la incertidumbre de Heisenberg. Ya nunca más sabremos lo que es un buen fenómeno espontáneo, un milagro social transparente sin contaminar por los microscopios y contadores geiger de sociólogos, políticos y revistas de cultura. A menos que miremos en los resquicios de nuestra propia miseria, esos rincones ubicados en el punto ciego de nuestro análisis siempre tan certeros. Pero miremos de reojo, por favor (de todas maneras hay que mirar de reojo, los animales salvajes huyen de las cámaras o se comen al camarógrafo).

Figura 1.

Figura 1.

En la zona sur de Santiago de Chile florece un tumor extraño en el costado de la urbe. Agujero de delincuencia y basurero de la cultura occidental. Punto cero de la pesadilla moderna. El Persa Bío-Bío es una formación casi biológica, un concepto colectivo descontrolado que creció como una metástasis en una tierra de cultivo propicia como ninguna: la mente del mestizo sudaca. Latinoamérica como la tierra fuera del tiempo de los conquistadores, simultánea, donde aún encuentras a los pueblos originarios viviendo en sus contextos originarios y ciudades-neurona de última generación. Continente donde la historia no pasa, sino que se acumula, como la tecnología, las culturas, los mestizajes salvajes y promiscuos que se niegan a desaparecer. La mente de Sudamérica como el garage, el patio de atrás, la pieza de los cachureos, y todos esos espacios donde se acumula el teléfono con forma de mickey mouse y el VHS descontinuado. Espacios similares a la memoria. Sudamérica como la memoria de Occidente, sueños y pesadillas, sitio de pruebas para bombas, medicamentos, sistemas políticos y armas biológicas. La evanescencia lo que pasa y se queda, pero siempre entre sueños.

Figura 2.

Figura 2.

El Persa Bío-Bío como la memoria del país donde se transan fotografías de muertos, libros de autores inexistentes, escombro cultural que se niega a morir; el teléfono coreano descontinuado y el vinilo de Los Angeles Negros. Sitios hacinados, con humo de fritura entre imágenes de Buda a 500 pesos, incienso y motherboards despanzurradas, calcetines y atún chino, delincuencia y tráfico de memorias, pornografía tailandesa filmada en Africa junto a imágenes de plástico fluorescentes del sagrado corazón de Jesús. Cyberpunk en estado puro. País donde la tecnología obsoleta no se desecha, sino que se acumula en estratos, se conecta a la nueva, se parcha, se adapta y sobrevive en costras operativas milagrosas. Continente donde se hacen exorcismos vía telefónica, bendiciones on-line, las machis pueden usar poleras de AC-DC y mandar sus cánticos en mp3 a transnacionales del tráfico cultural.

Figura 3.

Figura 3.

El Persa Bío-Bío es una vorágine que despierta cada fin de semana como una misa, como los mercados indígenas de antes de la Conquista, sólo que ahora no se transa mandioca o lapislázuli, sino la última droga, la yaba, la anfetamina casera desarrollada por los nazi para sus tropas; las otras drogas, la tarjeta de memoria y el videojuego para matar vampiros y hombres lobo. La pregunta es, ¿cómo será el Persa Bío-Bío en veinte años más? ¿Se venderán memorias clandestinas? ¿La copia de las experiencias de alguna estrella del cine porno 2.0 para inyectar? ¿Se traficarán niños para todo uso, órganos, sicarios de personalidad, cintas piratas de la crucifixión de Cristo?

El próximo sábado levántate temprano, ponte tus bototos, una gorra de béisbol y camina algo encorvado; sumérgete en ese mar infecto y lleno de colores donde hay murciélagos secos para magia negra y laptops hongkoneses con teclas de nácar. Aprende algo más acerca de cómo se ve por dentro, realmente, tu cabeza de sudamericano cuando no la estás mirando.

Figura 4.

Figura 4.

Jorge Baradit (1969), es diseñador gráfico y escritor. Lanza su primera novela “Ygdrasil” (Ediciones B, 2005) y recibe el elogio sorprendido de la crítica y el público. En 2006 gana, con su novela “Trinidad”, el premio de la Universidad Politécnica de Catalunya, el más importante de hispanoamérica en literatura fantástica. El 2007 se reedita su novela “Ygdrasil” en España, y en 2008 gana el premio IGNOTUS por la Antología Premio UPC XVI. Ha publicado también las novelas Synco (Ediciones B, 2008) y Kalfukura (Ediciones B, 2009), así como las novelas gráficas Policía del Karma (Ediciones B, 2011) y Lluscuma (novela por entregas, Diario La Segunda, mayo-noviembre 2012).

Lorena Perez es arquitecta de la Pontificia Universidad Católica de Chile con un certificado académico en estética. Es Master en Preservación Histórica, otorgado por el Pratt Institute de Nueva York. Fue sub-directora de bifurcaciones.

Esta instantánea fue publicada originalmente en el número ocho de nuestra revista, en el verano 2008, en co-edición con Universidad Nacional Andrés Bello UNAB. URL: [http://www.bifurcaciones.cl/008/Baradit-Perez.htm].