14/11/2012

‘Consideramos a Detroit la Chiapas de Norte América’

Rodrigo Millan

Blog | breves

Tras la conferencia del viernes pasado de Camilo José Vergara en el GAM, en el equipo nos quedamos dándole vuelta a una idea que mencionó varias veces. Detroit, la ciudad de la decadencia industrial del norte, estaría viviendo hoy cierto florecimiento de la mano de jóvenes artistas, intelectuales y buscadores de oportunidades, quienes aprovecharían los espacios disponibles y los bajos precios (del suelo y la vivienda) para desarrollar proyectos de vida alternativos.

Pensando sobre eso, recordé una nota que leí hace un tiempo en la revista argentina Crisis, precisamente en el número cuatro, acerca del renacimiento de Detroit. En ella se destacaba cómo, entre las ruinas de los barrios abandonados, aparecía la agricultura urbana como opción de desarrollo económico y territorial. Los autores de la nota, Mario Santucho y Federico Pous, conversaron sobre esto con Grace Boggs, filósofa residente en la ciudad desde mediados del siglo XX. Sin obviar un dato biográfico clave –fue por años pareja de James Boggs, uno de los principales dirigentes del Black Power- los autores acudieron a ella para que los ayudase a pensar si lo que la ciudad estaba viviendo era una emergente transformación y movilización social, tal como la que había promovido el movimiento negro en los sesenta.

Haciendo un recorrido histórico, Grace Boggs señala: “Chrysler empleaba setenta mil trabajadores en 1953. Con la automatización, la industria reemplazó obreros por robots y descentralizó las empresas, que se trasladaban al sur para buscar fuerza de trabajo más barata. Cuando los jóvenes negros no pudieron conseguir empleo en las fábricas, empezar también a dejar la escuela y se dedicaron a vender droga en las calles. Allí comenzó el todo un ciclo de violencia y de éxodo, que redujo la población de la ciudad a menos de un millón de habitantes. En 1973 elegimos un alcalde negro por dos razones: porque los negros lo querían, pero también porque los blancos se dieron cuenta que un alcalde blanco ya no lograría imponer orden en la ciudad. Se llamaba Coleman Young y era un hombre fuerte, inteligente, de izquierda. Él puso una persona negra a cargo del Departamento de Policía, una persona negra a cargo del Departamento de Bomberos. Sin embargo, no pudo hacer nada para influir en lo que estaba pasando en la industria. Su respuesta, ya en los años ochenta, fue traer casinos a la ciudad para reemplazar la producción automotriz con la industria del juego. Así pensaba crear trabajos para los desocupados. Entonces mi marido y yo dijimos: tenemos que hacer algo diferente, tenemos que redefinir y reconstruir Detroit, re-espiritualizarla desde abajo, y quienes deben hacerlo son los jóvenes. Por eso creamos en 1992 un programa que se llama Detroit Summer. Y convocamos a viejos líderes de la comunidad afroamericana, que mayoritariamente venía del sur, para sembrar jardines públicos y enseñar a los jóvenes cómo hacerlo. La idea disparó un nuevo movimiento para plantar nuestra propia comida, para pensar otro Detroit autosustentable contra la industria impuesta por el agro-business. La idea es establecer una nueva relación con las comunidades en los barrios”.

Allí donde el suelo se abandona, la agricultura urbana cultiva. Sea una revolución o no, lo de Detroit da cuenta de una transformación en la manera de pensar la regeneración urbana tras la devastación. Para seguir pensando.

 

Un par de recomendaciones: si quieren seguir entendiendo a Detroit como símbolo de prosperidad y declive, les recomendamos la conversación entre Michael Chanan y George Steinmetz, los realizadores de ‘Detroit, ruin of a city’, que publicamos en el número cuatro de nuestra revista (2005). Asimismo, les sugerimos mirar el trabajo de Luis Otavio Da Silva acerca de agricultura y utopías urbanas, aparecido en el número nueve de la revista (2009).

 

Levantamiento social en Detroit, 1967

Agricultura urbana en Detroit, hoy

 

* El título es una referencia a una frase dicha por la misma Grace Boggs: ‘Hoy muchos piensan que el imperio está en crisis, aunque la mayoría cree que la novedad viene desde China. Yo digo que lo nuevo está en Detroit. Nosotros consideramos a Detroit la Chiapas de Norte América‘.

** La nota, originalmente llamada ‘El renacimiento según Detroit’, no está disponible en versión electrónica, aunque si otros artículos del número cuatro de abril-mayo de 2011 (http://www.revistacrisis.com.ar/-numero-4-abr-may-2011-.html)