Superbarrio apareció ante la Asamblea de Barrios, una asamblea formada por grupos de diferentes colonias fundada después del sismo de 1985, y se comprometió a luchar en contra de los desalojos y de asegurar el derecho a la vivienda en las ciudades perdidas de la ciudad de México.

En julio de 1987 aparecieron pósters en la ciudad que proclamaban la llegada del Gran Superbarrio, defensor de los arrendatarios y de los barrios pobres en contra del terror de los voraces arrendadores. Esa lucha simbólica debía llevarse a cabo al aire libre en el centro de la ciudad, pero la policía clausuró la arena. Sin inmutarse, Superbarrio anunció nuevamente la lucha para el 9 de agosto en Tlatelolco, una de las zonas más afectadas por el sismo, y derrotó con éxito a su “contrario”.

Superbarrio continúa encabezando marchas de protesta y manifestaciones a favor de la vivienda y en contra de los desalojos, y asiste a reuniones semanales al aire libre realizadas por la Asamblea de Barrios. Los acuerdos negociados con FONHAPO, paraestatal encargada de la vivienda han facilitado la construcción de cientos de hogares.

“Desde luego, se me ha comparado con Superman”, comenta Superbarrio. “Pero a él le viene el poder de fuentes sobrenaturales, no intelectuales, en cambio a mi el poder viene  de la cultura popular mexicana y de la imaginación popular. Superbarrio no se enfrenta a vampiros ni mujeres lobo; se enfrenta a arrendadores de carne y hueso, políticos y burócratas, y no tiene kriptonita que lo proteja”.

Superbarrio representa las aspiraciones de miles de personas comunes y corrientes. En la arena es un luchador, en las calles un luchador social, y siempre un arrendatario.

Superbarrio no es muy popular en los círculos de derecha y ha recibido críticas de la extrema izquierda debido a que no lo consideran lo suficientemente serio. Sin embargo, el humor es su mejor arma. A la gente en el poder no le gusta sentirse ridícula. Se sientan detrás de escritorios de caoba, rodeados de montones de expedientes y, cuando menos lo esperan, reciben la visita de Superbarrio.