22/03/2013

Un suburbio africano/

Extracto de 'Canta la Hierba' (1950)

Doris Lessing

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Se conocieron por casualidad en el cine. Él había llegado de la granja a pasar ese día. Iba muy rara vez a la ciudad, salvo cuando tenía que comprar mercancías que no podía encontrar en su tienda local y eso ocurría quizá una vez o dos al año. En esa ocasión, se había encontrado a un conocido a quien no había visto hacia años y se dejó convencer para quedarse esa noche en la ciudad e ir al cine. Casi le divertía haber accedido: todo eso parecía muy lejos de él. Su camioneta de la granja, con montones de sacos de grano y dos trillas, se quedó delante del cine, con aire desplazado y de estorbo; y Mary miró por la ventanilla de atrás esos objetos desacostumbrados y sonrió. Le gustaba la ciudad, se sentía a salvo en ella y unía el campo a su niñez, por aquellas pequeñas dorps en que había vivido, y el modo como estaban rodeadas por millas y millas de nada; millas y millas de veld.

A Dick Turner le disgustaba la ciudad. Cuando llegaba a ella desde el veld que conocía tan bien, a través de esos feos suburbios dispersos que parecían salidos de un catálogo de construcciones; feas casitas pegadas de cualquier modo al veld, sin relación con el duro y pardo suelo africano y el árido cielo azul; casitas íntimas pensadas para pequeños países íntimos –y luego la parte comercial de la ciudad, con las tiendas llenas de modas para mujeres elegantes y absurdos alimentos de importación-, se sentía incómodo e inquieto y con inclinaciones criminales.

Sufría claustrofobia. Quería escaparse; o escaparse o destrozarlo todo. Por eso, siempre se escapaba cuanto antes a su granja, donde se sentía en su casa.

Pero hay millares de personas en África a quienes se puede trasladar en peso de su suburbio y ponerlas en una ciudad del otro lado del mundo sin que apenas noten la diferencia. El suburbio es invencible y fatal como las fábricas, y hasta la hermosa Sudáfrica, cuyo suelo parece ultrajado por esos lindos y pequeños suburbios que se extienden sobre él como una enfermedad, no puede escapar. Cuando Dick Turner los veía, y pensaba cómo vivía la gente en ellos, y cómo la cauta mentalidad suburbana estropeaba su país, sentía ganas de maldecir y de destrozar y de asesinar. No podía aguantarlo. No ponía en palabras esos sentimientos: había perdido la costumbre de urdir palabras, viviendo como vivía, en la tierra el día entero. Pero ese sentimiento era lo más fuerte que conocía. Notaba que podría matar a los banqueros y financieros y magnates y empleados –todos los que construían lindas casitas con jardines con setos llenos, sobre todo, de flores inglesas.

Suburbios de Bulawayo

Suburbios de Bulawayo

Pequeña ciudad en Rhodesia, 1959

Pequeña ciudad en Rhodesia, 1959

Salisbury, Rhodesia. 1959

Salisbury, Rhodesia. 1959

 

* Doris Lessing, escritora británica, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 2007, publicó en 1950 la novela Canta la Hierba (The Grass is Singing). En ella discute el colonialismo y el racismo en Rhodesia (hoy Zimbabwe), así como las revoluciones nacionales que estaban ya incubándose y que estallarían por todo el continente en los años siguientes.

** El fragmento de Canta la Hierba aquí presentado fue tomado desde la edición producida por el Instituto Cubano del Libro en 1969.

*** Las imágenes fueron tomadas desde el sitio Under African Sun (http://underanafricansun.com/Africa/SouthernRhodesia.htm)