OTO/INV 2008

Venecia La Híbrida/

VENECIA, ITALIA

Cruz Maria Vallespir

Blog | instantáneas | Revista

1. La híbrida

Paseo por Venecia. En esta isla surcada por canales, observo cómo lentamente la tierra deviene agua y a la inversa; una condición se envuelve en la otra sin que uno pueda casi notarlo. Su particular atributo de ser una isla entre el occidente y el oriente la convierte en un espacio ensamblado, operando desde tiempos remotos como una bisagra comercial y cultural entre ambos mundos.

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Figura 1.

Hoy, debido a esta riqueza contenida (hija de una larga historia), sigue siendo un punto cónclave donde aterrizan muchos; no obstante, ahora su rol corresponde al de ciudad turística. Ahí es donde aterrizo yo también; yendo porque había que ir, cruzando el Rialto porque debía, y alimentando palomas bajo el campanile para la foto de rigor.

Tal vez venía tan cargada de contenidos acerca de Venecia, de imágenes, mitos, estudios, novelas y películas, que éstos colisionaron al encontrarse en el terreno de lo mentado, dejándome de paso abrumada por no poder des-cubrirla y de-velar su misterio en tan pocos días y con itinerarios tan marcados.

 

2. Borrándola poco a poco

Mi primera impresión me hizo sentirla como una ciudad agobiada. Tantas veces revisada, estudiada, fotografiada, caminada; que ha terminado por gastarse (al menos en la superficie de las cosas).

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Figura 2.

Observé cómo un tropel de turistas se movía con los ojos vendados por sobre el territorio, caminaba los pastelones que caminaron tantos otros, borrando sin clemencia los secretos escondidos en cada piedra. La acumulación de flashes la encandila y desdibuja, ¿dónde quedaron los bordes de su encanto? ¿dónde la revelación de sus misterios? El recorrido de las hormigas trabajando unidas por aprehenderla la torna esquiva.

Pienso luego, caído el telón nocturno, que sólo entonces aparece desnuda y entregada, vejada y exhausta; aunque sin dejar de sonreírle al absurdo de la noche, cuando nadie la mira tanto. Y así seguimos.

 

3. Ciudad Maqueta

Freno y especulo. Tal vez estoy rodeada de una gran escenografía elaborada o mantenida para un público como yo. Todo lo que veo me parece una mera apariencia de algo más, una obra en donde todos los actores están enmascarados y todos los elementos maquillados y dirigidos. Como si cada fachada se estuviera riendo irónicamente de mi imposibilidad de ver desde los adentros. Máscaras que guardan recelosamente cada uno de sus tesoros.

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Figura 3. “Las Ventanas como ojos de la ciudad» – Julio Cortázar, Rayuela, pág. 253.

A medida que me hago estas preguntas, infiero que esa ambigüedad es al fin su atractivo mayor: su debate entre una ciudad archiestudiada, pisada, acontecida, y consabida; y un territorio de lo oculto e ignoto. Sus innumerables laberintos, sus reflejos, sus máscaras, esa manera en la que la ciudad te da y te quita, constituyen su esencia, y finalmente la protección necesaria ante la muchedumbre histérica que la visita.

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Figura 4. «Era Venecia, la bella insinuante y sospechosa; la ciudad mitad cuento de hadas, mitad trampa».[…]. Thomas Mann, “La muerte en Venecia”, pág. 90.

Es por eso que esta ciudad te deja a medias, entre cogido por su halo feérico y apabullado por no poder entenderla, por sentirla como un vestíbulo que no te deja entrar en el teatro. Por saber, al poner un pie en ella, que sólo conocerás una mínima porción de su realidad.

 

3. Los celadores

¿Dónde se encuentran los partícipes de las entrañas de la isla? Atisbo un aire en los gondoleros, pero ellos están posando, son trascendentales en la función, son souvenirs de carne y hueso. Siempre me intrigó saber dónde estaban los vernáculos de Venecia ¿acaso escaparon despavoridos ante la horda de turistas que se apiñaba frente a cada iglesia (casi 90 sólo en la isla)? ¿se encerraron dentro de 4 paredes arcicas a esperar la retirada del extraño? ¿están ahí dentro cobijando la resolución del acertijo?

Me pregunto qué sería de esta ciudad vaciada de los otros, y llena de los ellos. Tal vez conoceríamos el desenlace de la obra antes de ir a verla, y perderíamos esa magia que, pese a todos los resquemores que uno pueda tener, lo inunda a uno al encontrarse frente a frente con la ciudad de las sombras.

Esta instantánea fue publicada originalmente en la edición 7 de nuestra revista, el otoño/invierno de 2008. URL: [http://www.bifurcaciones.cl/007/Venecia.htm].

Cruz Maria Vallespir, Estudiante de Arquitectura Pontificia Universidad Católica de Chile. Ayudante de Introducción a la Arquitectura desde inicios del 2007. Sus temas de interés son el arte, la literatura y la arquitectura. E-mail: cruzm16[@]gmail.com.